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lunes, 22 de marzo de 2021

COVID-19, Eficacia de Nitazoxanida en la reducción de la carga viral

 COVID-19, Eficacia de Nitazoxanida en la reducción de la carga viral. Revisión del Dr a Barrios


Efficacy of Nitazoxanide in reducing the viral load in COVID-19 patients. Randomized, placebo-controlled, single-blinded, parallel group, pilot study.

medRxiv. Infect. Dis.

Pub Date  : 2021-03-05


Autor/a: Marcelo Silva, Andrés Espejo, María L Pereyra, Martín Lynch, Marcos Thompson, Hernán Taconelli, Patricia Bare, Matias J Pereson, Marcelo Garbini, Pablo Crucci, Diego Enriquez 



Resumen: El efecto antiviral observado in vitro, parecería verificarse en pacientes con infección por COVID-19 leve a moderada.


La reducción de la carga viral, junto con el distanciamiento social y el confinamiento domiciliario, puede ayudar con el tiempo de manera significativa a reducir la infección R0 (Tasa Reproductiva Básica) y mitigar la carga de la enfermedad.


La negativización temprana o la reducción de la carga viral pueden disminuir potencialmente la gravedad de la enfermedad, lo que da como resultado una disminución en el colapso de los sistemas de salud.


La nitazoxanida, una tiazolida ampliamente utilizada aprobada por la FDA como fármaco antiparasitario, también aprobada en Brasil para tratamientos con norovirus y rotavirus, tiene un excelente historial de seguridad para una variedad de indicaciones. La nitazoxanida exhibe actividad in vitro contra MERS-CoV y otros coronavirus; y un efecto antiviral específico (en dosis micro molares) contra el SARS-CoV-2.


Puntos clave:


Distintos estudios concluyen que la carga viral (CV) correlacionaría con la morbimortalidad y la contagiosidad del COVID-19.

 

Negativizar precozmente la carga viral o en su defecto disminuirla, puede potencialmente reducir la gravedad de esta enfermedad.

 

Datos in vitro demostraron un efecto antiviral específico de Nitazoxanida para el SARS- CoV-2.

Contribución del artículo:


Nitazoxanida mostró una diferencia estadísticamente significativa versus placebo en el número de pacientes que redujeron al menos un 35% de la carga viral en COVID-19 leve a moderado.

 

El efecto antiviral observado in vitro, parecería verificarse en pacientes con infección por COVID-19 leve a moderada, lo que deberá ser confirmado por estudios con una cohorte más amplia de pacientes.


Introducción:

La rápida propagación del COVID-19 ha sobrepoblado las instalaciones de los sistemas de salud pública en los principales países debido a la gran cantidad de pacientes gravemente enfermos, en particular aquellos que requieren ingreso en unidades de cuidados intensivos.


El espectro clínico de la enfermedad COVID-19 es bastante variable, el 80% de los casos consisten en pacientes asintomáticos o con síntomas leves y aproximadamente del 5 al 10% se presentan como formas graves, que incluyen falla respiratoria, que pueden requerir apoyo en una unidad de cuidados intensivos y ventilación mecánica (Wang et al., 2020; Cascella et al., 2020).


La reducción de la carga viral junto con otras medidas epidemiológicas, incluidos el distanciamiento social y el confinamiento, pueden eventualmente reducir significativamente el R0 (Ritmo Reproductivo Básico) de la infección y con ello mitigar la carga de la enfermedad.


El tratamiento sintomático y de soporte ha representado la principal intervención para pacientes con infección moderada a grave. El foco reciente se ha centrado en el potencial beneficio del tratamiento temprano de las personas con infección severa por SARS-CoV-2 y alto riesgo para desenlaces graves.


Hay una ausencia de tratamientos que hayan demostrado ser eficaces para pacientes con infección temprana leve a moderada. Los beneficios de dichos tratamientos incluirían mejoría en la evolución del cuadro en los pacientes y la prevención de hospitalizaciones. Los beneficios a más largo plazo pueden incluir la prevención de las secuelas crónicas de la infección, así como la prevención de la transmisión de la infección por SARS-Cov-2, al acortar la duración de la enfermedad.


Los tratamientos ambulatorios para COVID-19, junto con una vacuna eficaz, tendrían implicaciones significativas en la lucha contra esta pandemia. Sin embargo, los tratamientos efectivos para personas con enfermedad leve a moderada no han sido suficientemente estudiados. Por ejemplo, remdesivir requiere de infusiones diarias hasta por 10 días, lo que lo hace no adecuado para un entorno ambulatorio (Beigel et al., 2020). De igual forma, la dexametasona no se ha probado en enfermedades tempranas y leves, y sus efectos inmunosupresores podrían empeorar los resultados clínicos en este contexto con replicación viral intensa.


Por otro lado, varios fármacos, como la hidroxicloroquina, no han demostrado su eficacia en ensayos clínicos controlados rigurosos a pesar de que los primeros estudios no controlados sugirieron un efecto positivo (Abella et al., 2021). Además, el cálculo de riesgo-beneficio en la enfermedad leve a moderada difiere del de la enfermedad grave. Los tratamientos para pacientes ambulatorios con enfermedad leve deben ser seguros, con pocos efectos adversos, fáciles de administrar y escalables. En función de esta situación, un grupo de nuevos tratamientos ha entrado ahora en la etapa de desarrollo clínico (Kim et al., 2020).


El desarrollo de nuevos fármacos llevaría un tiempo inaceptable para un adecuado manejo de la pandemia. Por lo tanto, en la actualidad se han aplicado distintas técnicas para identificar potenciales tratamientos antivirales a partir de medicamentos ya disponibles para otras indicaciones. Se han evaluado un amplio espectro de drogas como: lopinavir-ritonavir, azitromicina, hidroxicloroquina, colchicina, ivermectina, remdesivir, tocilizumab, metilprednisona, entre otros. 


La falta de una droga que haya demostrado una eficacia antiviral contundente, justifica la necesidad de explorar nuevas opciones terapéuticas contra el SARS-CoV-2/COVID-19.


La Nitazoxanida (NTX) es un tiazolídico aprobado por la FDA y en distintos países del mundo como antiparasitario y cuenta con un excelente historial de seguridad para una variedad de indicaciones. Posteriormente se aprobó en Brasil para el tratamiento de los virus Norovirus y Rotavirus y demostró tener una amplia actividad antiviral, incluidos los coronavirus animales y humanos (Wang et al., 2020; Rossignol, 2014; Hui et al., 2018). NTX exhibe actividad in vitro contra el MERS-CoV y otros coronavirus, inhibiendo la expresión de la proteína viral N (Rossignol, 2016).


Otro mecanismo antiviral propuesto para la NTX es a través de la fosforilación de la proteinkinasa R dependiente de ARN (PKR) y la subunidad α del factor de iniciación de la traslación eucariótica 2 (eIF2α) con la depleción subsiguiente de los depósitos de calcio intracelulares sensibles a ATP, lo que lleva a la inducción de stress sub-letal crónico en el retículo endoplásmico y daño en la glicosilación de la proteína estructural N (Ashiru et al. 2014).


NTX regula al alza los mecanismos antivirales innatos al amplificar la detección de ARN citoplasmático a través de la activación de las vías del interferón tipo I (IFN-1) (Jasenosky et al., 2019). En esta misma línea, además de regular al alza los niveles de IFN-1, la NTX promueve la expresión de genes intracelulares que inducen el estado antiviral en las células (Hui et al., 2018). De esta manera, NTX regula positivamente la respuesta inmune innata inhibiendo la replicación viral en curso en las células infectadas y potencialmente ayudando a prevenir la infección de las células no infectadas evitando la re-infección horizontal.


En estudios en animales, NTX demostró disminuir marcadamente la producción de interleuquina 6 (IL-6), uno de los mediadores principales de la tormenta de citoquinas observada en infecciones virales respiratorias. 


Estudios en ratones demostraron que la NTX, seis horas después de la administración oral, suprime en un 90% la producción de IL-6 inducida por lipopolisacáridos, lo que sugiere que podría actuar también disminuyendo la producción de IL-6 asociada a la tormenta de citoquinas observada en las infecciones virales respiratorias (Hong et al., 2012; Chen et al., 2010). (Para una revisión completa de los posibles mecanismos de acción de la Nitazoxanida en COVID-19, véase Lokhande et al., 2021).


La NTX se hidroliza rápidamente a su metabolito activo Tizoxanida (TZ) que tiene una vida media de aproximadamente 2 h, una Cmax de 10.6 μg/ml y una Tmax de 3h (Balderas-Acata et al., 2011). Cuando no se administra con alimentos, la Cmax y el AUC se reducen a la mitad.


En un trabajo demostrando una importante actividad in vitro se sugiere que para el SARS-CoV2, la CE50 para la NTX fue de 2.12 μM (0.62 μg/ml); la fuerte pendiente de la curva sugiere un efecto antivírico específico con una EC90 de alrededor de 5-6 μM (1,84 μg/ml) (Wang et al., 2020). Esto fue observado tanto para la molécula de la NTX como para la TZ. La notablemente baja CE50 para todos los coronavirus insinúa que los mecanismos de bloqueo de interferón de estos virus son exquisitamente sensibles a la NTX, evitando así la desregulación del sistema inmune innato atacado por estos virus. Un estudio farmacocinético basado fisiológicamente (PBPK) que utiliza un modelo computacional validado, concluyó que una dosis de NTX de 900 mg TID (con alimentos) sería óptima para mantener niveles plasmáticos y pulmonares todo el tiempo por encima de la CE90 para SARS-COV-2 (Rajoli et al., 2020).


Un estudio clínico recientemente publicado realizado con NTX en pacientes con una enfermedad similar a la influenza no complicada, mostró una reducción en el tiempo medio para el alivio de los síntomas de 108h a 94.9h (p= 0.0052) (Haffizulla et al., 2020).


En un estudio reciente, multicéntrico, randomizado, doble ciego, controlado con placebo, en pacientes con COVID-19, luego de 5 días de tratamiento con NTX 500 mg TID, la carga viral fue significativamente menor en el grupo NTX que en el grupo placebo (p=0.006). Además, al día 5 de tratamiento, hubo significativamente más pacientes negativos para COVID-19 en el grupo de NTX que en el grupo de placebo (29.9% versus 18.2%. p=0.009) (Rocco et al., 2020).


Debido a su efecto antiviral previamente investigado, su perfil de seguridad y la posibilidad de uso oral en adultos y niños, así como su rápida disponibilidad y costo asequible; la NTX aparece como una alternativa a evaluar para tal situación. Actualmente, el potencial efecto de la NTX en el tratamiento del COVID-19 está siendo investigado en más de 25 estudios clínicos en todo el mundo (Clinicaltrials.gov).


El objetivo de este estudio fue evaluar la eficacia y seguridad de la NTX 500 mg QID más tratamiento de rutina durante 14 días en pacientes mayores de 18 años de ambos sexos con infección por COVID-19 con sintomatología leve a moderada versus un grupo control que recibió placebo y tratamiento de rutina. En el protocolo original se había propuesto hacer un análisis interino para determinar las tendencias al tercio de incorporación del número total de pacientes propuestos. Este artículo presenta los resultados de dicho análisis interino.


Materiales y métodos:


Este fue estudio piloto, randomizado, controlado con placebo, simple ciego, de grupos paralelos, llevado a cabo en el Hospital Universitario Austral y en el Sanatorio Nuestra Señora del Pilar, Buenos Aires, Argentina (Clinicaltrials.gov, registro número: NCT04463264).


Fueron seleccionados sujetos de edad ≥18 años de ambos sexos, que presentaron enfermedad de COVID-19 con reacción de polimerasa cuantitativa en tiempo real (rtq-PCR) positiva no más de 4 días después del inicio de los síntomas.


Pacientes con radiografía (Rx) de tórax o ecografía de pulmón consistentes con neumonía por COVID-19 fueron incluidos si tenían síntomas leves (definidos como SpO2≥95% respirando FiO2 ambiente y FR< 24 por minuto) o moderados (definidos como SpO2≥92% respirando FiO2 aportada por cánula de O2de bajo flujo [<5l por minuto]).


Fueron excluidos mujeres embarazadas o en período de lactancia sujetos con alguna contraindicación para el uso de NTX(según su prospecto).


Los sujetos fueron enrolados en los sitios de investigación y aleatorizados en una proporción 2:1 a recibir NTX por vía oral, con los alimentos, durante 14 días o placebo más tratamiento estándar de sostén para el manejo sintomático de pacientes con diagnóstico confirmado de COVID-19.


El protocolo se inició indicando una dosis de 1 g cada 8 horas (3 g/día), pero dado que los primeros dos sujetos incluidos presentaron intolerancia gastrointestinal con la posología planteada, el protocolo fue enmendado, indicándose una dosis de 500 mg (1 comprimido recubierto) cada 6 horas (2 g/día). Para la aleatorización se generó una tabla usando el programa RANDOM (Randomness and Integrity Services Ltd. Premier Business Centres, 8 Dawson Street, Dublin 2, D02 N767, Ireland) que era desconocida por el investigador hasta el momento de la asignación.


El parámetro primario de evaluación de eficacia del estudio fue la erradicación viral en las secreciones del tracto respiratorio de los pacientes al día 7 de iniciado el tratamiento (una erradicación viral de al menos 35% sería clínicamente relevante) y los parámetros secundarios fueron la disminución comparativa de la carga viral en secreciones respiratorias los días 7, 14 y 35 después de iniciado el tratamiento respecto de la medición basal.


La tolerabilidad fue evaluada por la aparición de eventos adversos relacionados a la medicación, espontáneamente comunicados por el paciente o hallados durante el interrogatorio y/o examen por parte del investigador.


Las muestras para la detección del genoma del SARS-CoV-2 fueron recolectadas por personal sanitario capacitado en el tracto respiratorio superior, mediante hisopos nasofaríngeos y orofaríngeos, combinados en un solo tubo precargado con 1 mL de DNA / RNA Shield ™ (DNA / RNA Shield ™ tubo de recolección con hisopo, ZYMO Research). El reactivo inactiva los patógenos y el contenido de ácido nucleico de las muestras se estabiliza durante el almacenamiento/transporte. Las muestras se almacenaron en el laboratorio del Hospital Universitario Austral por no más de 48 horas, en un refrigerador a 4 ° C (39.2 ° F), y luego se llevaron en medio de transporte viral al laboratorio de la Academia Nacional de Medicina. El personal sanitario encargado de medir la carga viral (CV) de esta institución desconocía el tratamiento asignado a cada paciente.


La extracción genómica se realizó con el minikit QIAamp Viral RNA (Qiagen) siguiendo las instrucciones del fabricante. 


Se generó una curva estándar representando los valores de Cq frente a la cantidad logarítmica de diluciones en serie de muestras iniciales conocidas de copias del genoma de ARN viral/μl de un ARN de SARS-CoV-2 purificado (control de ARN de AMPLIRUN® SARS-CoV-2). Se realizó una regresión lineal para interpolar la cantidad de ARN viral en cada una de las muestras de prueba a partir de los valores de Cq. 


Análisis estadístico:


Se evaluaron los valores de N1 Cq y logaritmo de CV (N1 CV log) los días 1 y 7, comparando entre ramas de tratamiento. Se aplicó la prueba análisis de la varianza de medidas repetidas con un factor. De manera complementaria, se calculó la variación (absoluta y relativa) entre los resultados del día 1 y 7. Para evaluar las diferencias por rama de tratamiento se aplicó la prueba de diferencia de medias t. Como parámetro secundario de eficacia fueron evaluadas las mismas medidas, pero en su variación entre día 1, 7 y 14.


Finalmente, se comparó la proporción de pacientes con variación ≥35% en los valores de N1 Cq y N1 CV log el día 7 y la proporción de pacientes con resultado negativo de CV (se consideró negativo una CV<100 ya que, si bien el valor puede no ser cero, corresponde a virus residual o remanentes de genoma que pueden permanecer detectables). En este caso se aplicó la prueba de diferencia de proporciones t. Para el análisis estadístico se utilizó el programa SPSS (IBM versión 16.0)


En cuanto al tamaño de muestra se ha informado que en infecciones leves la duración mediana del virus en las muestras del tracto respiratorio superior es de 18 días (IQR 13-29 días) (Zheng et al., 2020; De Chang, 2020). por lo que en estos casos el 50% de los pacientes erradicaron el virus dentro de un período de 3 semanas y el 25% erradicaron el virus antes del día 13 y que menos del 15% podría erradicar el virus durante la primera semana de aparición de síntomas.


Desde un punto de vista epidemiológico, el aumento de la tasa de erradicación viral desde menos del 15% a más del 30% durante las dos primeras semanas de tratamiento sería clínicamente relevante. Considerando una proporción esperada de erradicación viral para el grupo placebo del 13% (IC 5.0-26.7) y una proporción esperada de erradicación viral del 35% (IC 24.7-45.2) al final de la semana 1 para el grupo de tratamiento; se requeriría un tamaño mínimo de muestra de 135 pacientes con infección por COVID-con un límite superior de una sola cola (alfa establecido en 0.025), 80% de potencia y una relación de aleatorización 2: 1. Para este esquema se requerirían, 45 sujetos para la rama de placebo y 90 pacientes para la rama con NTX.


El estudio fue conducido cumpliendo con los principios éticos establecidos en la Declaración de Helsinki versión 2013, las Guías de Buenas Prácticas Clínicas del Consejo Internacional de Armonización (ICH-GCPs) y las normas regulatorias nacionales vigentes, Resolución 1480/11 y legislación aplicable en la Provincia de Buenos Aires. El estudio fue aprobado por el Comité Institucional de Evaluación de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral. Todos los sujetos participantes brindaron su consentimiento informado.


Resultados:


El período de reclutamiento se realizó desde julio de 2020 hasta diciembre de 2020. Un total de 46 pacientes fueron aleatorizados, 33 a la rama NTX y 13 a la rama placebo. (Figura 1). 



Las características demográficas y clínicas de los sujetos al inicio del estudio estaban balanceados entre ambos grupos (Tabla 1). La edad mediana en la rama NTX fue 44 años (19-67) y en la rama placebo fue 53 (28-68). La mayor proporción de pacientes fue de sexo masculino en ambos grupos. En su mayoría los pacientes se encontraban hospitalizados con enfermedad leve sin O2 adicional (valor 3 en la Escala Ordinal).


Tres pacientes tratados con NTX registraron valores de FC fuera de rango: 2 de ellos presentaron valores por debajo de 60 y el restante presentó un valor superior a 100. Todos los pacientes de la rama placebo registraron FC dentro del rango 60-100. Los pacientes de ambas ramas de tratamiento tuvieron valores de FR inferiores a 20. No hubo diferencias estadísticamente significativas en las medianas de linfocitos, PCR y dímero D entre ambos grupos. 



El análisis de eficacia primaria se realizó por protocolo. El mismo incluye a los pacientes con datos completos los días 1 y 7 y que recibieron el tratamiento indicado (se excluyen 2 pacientes sin datos del día 7 y un paciente aleatorizado a NTX pero que fue tratado con dosis muy por debajo de las

establecidas en protocolo). En total en este análisis se incluyeron 36 pacientes, 23 de la rama Nitazoxanida y 13 de la rama placebo. 


En la tabla 2 observamos que en ambas ramas de tratamiento se registró una caída de la carga viral

(aumento en N1 Cq), entre el día 1 y el 7 que es estadísticamente significativa (F= 63.053; p< 0.001);

este aumento es de mayor magnitud en la rama NTX. En cambio, no hay diferencia estadísticamente

significativa en la comparación del incremento en N1 Cq entre tratamientos (F= 1.552; p= 0.221). Esto indica que la variación en N1 Cq es significativa, independientemente del tratamiento recibido,

aunque la tendencia registrada muestra que es de mayor magnitud en el grupo tratado con NTX.



En la tabla 3 vemos resultados similares para la variación (absoluta y relativa) en N1 Cq entre los

resultados del día 1 y 7. Puede observarse que la diferencia entre grupos de tratamiento en variación

absoluta y relativa no es estadísticamente significativa (p= 0.221 y p= 0.358 respectivamente). Sin

embargo, se muestra que las variaciones son de mayor magnitud en el grupo que recibió NTX (7.5

vs. 5.5 en términos de diferencia absoluta y 37.4 vs. 27.5 en diferencia relativa).



La tabla 4 muestra que el 47.8% de los pacientes tratados con NTX alcanzaron una reducción de la

carga viral (incremento de N1 Cq) ≥35%, en comparación con el 15.4% de los pacientes que

recibieron placebo. La diferencia (32.4%, IC 95% 2.1–62.8) es estadísticamente significativa (t=2.178; p= 0.037), siendo la proporción de pacientes con variación ≥35% significativamente más alta en la rama NTX.


Los resultados correspondientes a N1 CV log por rama de tratamiento, variación absoluta y relativa y número de pacientes con una variación ≥35%, al día 1 y 7.


El gráfico 1 muestra la evaluación de la respuesta a tratamiento, en base los resultados de negativización de carga viral (CV) al día 7 (valores de CV <100 copias). En la rama NTX el 62.5% fue negativo al día 7; en tanto que en la rama placebo lo fue el 53.9%. La diferencia en la proporción de resultados negativos (8.7%) no es estadísticamente significativa (t= 0.500; p= 0.620), sin embargo, la tendencia es favorable a la rama NTX. Midiendo los valores de transformación logarítmica de la CV (N1 CV log), los resultados son similares a lo mostrado (datos disponibles para revisión en archivo).



El análisis de eficacia primaria se realizó además por intención de tratar. En el caso de pacientes sin datos se utilizó la técnica Last Observation Carry Forward (LOCF) que consiste en atribuir la última observación registrada.


En este análisis se incluye un total de 40 pacientes, 27 en la rama NTX y 13 en la rama placebo. Para todas las mediciones de N1Cq, variación absoluta y relativa en la carga viral, N1 (CV log), variación absoluta y relativa en N1 CV log, se observó variación significativa ente días 1 y 7, independientemente del tratamiento recibido, aunque la tendencia muestra que es de mayor magnitud en el grupo NTX.


El único resultado discordante observado en el análisis por intención de tratar en relación al resultado obtenido por protocolo es en el incremento de N1 Cq ≥35%. En la Tabla 5 se observa que el 70.4% de los pacientes tratados con NTX alcanzaron este resultado, frente al 53.8% de los pacientes que recibieron placebo. Esta diferencia (16.6%; IC 95% 16.5–49.5) no es estadísticamente significativa (t= 1.014; p= 0.317), aunque la tendencia observada muestra mayor proporción de pacientes con variación ≥35% en la rama NTX.



Para los resultados de eficacia secundaria referidos a la variación de N1Cq entre día 1 y 14, así como la medición de la variación absoluta y relativa en la carga viral, N1 (CV log), y la variación absoluta y relativa en N1 CV log, se observa variación significativa ente días 1 y 14, independientemente del tratamiento recibido, aunque la tendencia muestra que es de mayor magnitud en el grupo NTX.

En cuanto a la seguridad del tratamiento, se registraron eventos adversos gastrointestinales en el 26% de los pacientes tratados con NTX y en el 15% de los tratados con placebo, sin diferencias significativas entre ambos grupos. Se registraron 2 óbitos, uno en cada rama de tratamiento. En ambos casos, los pacientes tenían una edad de ≥ 65 años y otras comorbilidades.


Discusión:


Se han presentados los resultados de un análisis un estudio piloto, randomizado, controlado con placebo, simple ciego, de grupos paralelos, para evaluar la eficacia y seguridad de la NTX 500 QID más tratamiento de rutina durante 14 días en pacientes con infección por COVID-19 leve a moderada.


En cuanto al parámetro de evaluación primario seleccionado, carga viral (CV), fue seleccionado por ser muy significativo. En pacientes leves y moderados las escalas clínicas (como la ordinal de COVID-19 de la OMS no son muy útiles, por ser poco sensibles).


Además, si pretendemos demostrar la eficacia antiviral de un fármaco, debería ser obligatorio utilizar un criterio de valoración virológico. Como ejemplo de la importancia de usar la carga viral (CV) como punto final de evaluación, Chen et al. (Chen et al., 2021), recientemente publicaron un estudio en el que los pacientes con mayor carga viral tuvieron una mayor proporción en la tasa de hospitalizaciones que aquellos con mejor aclaramiento de ARN viral el día 7. Estos resultados fueron consistentes con el hallazgo de que los pacientes con aclaramiento viral retrasado tuvieron una enfermedad más severa, lo que sugiere que un agente que redujera la carga viral podría disminuir las tasas de hospitalización por COVID-19.


Una publicación similar (Pujadas et al., 2020) concluyó que la CV en COVID-19 correlaciona con el fenotipo de la enfermedad, la morbilidad y la mortalidad, y sugiere que también podría afectar las medidas de aislamiento, dado que la infectividad parece estar reducida en pacientes con baja CV.

En la misma línea, otro trabajo (Riediker et al., 2020) aporta evidencia de la asociación entre la carga viral y la probabilidad de infecciones al demostrar que a mayor carga viral corresponde mayor probabilidad de contagios en los llamados supercontagiadores.


Por último, un trabajo de Zheng (Zheng et al., 2020) sugiere que la reducción de las cargas virales a través de medios clínicos y el fortalecimiento del manejo durante cada etapa de la enfermedad grave deberían ayudar a prevenir la propagación del virus.


En síntesis, negativizar precozmente la carga viral o en su defecto disminuirla, puede potencialmente reducir la gravedad de esta enfermedad, resultando en una respuesta del sistema de salud más controlada y evitando el colapso del mismo.


En cuanto a los resultados, en este pequeño grupo de pacientes analizado, la NTX mostró una tendencia favorable para reducir la carga viral (CV) en relación al placebo y mostró una diferencia estadísticamente significativa en el número de pacientes que redujeron al menos un 35% la carga viral del SARS-CoV-2 al 7mo día de tratamiento, cuando se la comparó con placebo en pacientes con COVID-19 leve a moderado. No se hallaron diferencias en los criterios de valoración clínicos porque los cambios en los parámetros clínicos de los pacientes leves a moderados son difíciles de observar en cohortes pequeñas de pacientes.


A partir de los resultados observados en el análisis interino de este estudio piloto, se ha podido demostrar la actividad antiviral de la NTX contra COVID-19 en pacientes con infección leve a moderada. Creemos que es un hallazgo relevante, que prueba la actividad antiviral de NTX previamente reportada en ensayos preclínicos, ahora en un entorno clínico. Se necesitan estudios más amplios para comprender mejor el impacto clínico de estos hallazgos.


Además, el análisis final de éste y otros estudios en curso son fundamentales para aportar información complementaria sobre el régimen posológico más adecuado en estos pacientes. Contar con un arsenal farmacológico seguro y de bajo costo, con eficacia antiviral probada para el tratamiento temprano de los pacientes infectados por COVID-19, es un objetivo que aún está por alcanzarse. Estudios como éste, con criterios de valoración virológicos bien establecidos, ayudarán a definir estrategias más sólidas.


Tomado de Intramed.net https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=97733&fuente=inews&uid=316820&utm_source=inews&utm_medium=inews&utm_campaign=inews









domingo, 15 de marzo de 2020

Recomendación provisional para la prevención, el control y tratamiento de la infección por coronavirus 2019 (COVID-19) en la paciente Embarazada. 13 Marzo 2020

Recomendación provisional para la prevención, el control y tratamiento de la infección por coronavirus 2019 (COVID-19) en la paciente Embarazada. 13 Marzo 2020

Autor de la guía : Jaime Barrios Nassi, MD Especialista Ginecología y Obstetricia, Epidemiología, Gerencia de Salud



Introducción

El 31 de diciembre de 2019 se presentó (Wuhan-China) el primer informe sobre un grupo de 27 casos de neumonía grave de etiología desconocida, con epicentro en un mercado. Con fiebre, tos seca, disnea y hallazgos radiológicos de infiltrados pulmonares bilaterales (8 de diciembre 2019). El 7 de enero se identifica un nuevo coronavirus como agente causal, denominándose SARS-CoV-2, y la enfermedad se denomina COVID-19.

El período de incubación es de 5 días (2-14 días). La enfermedad afecta principalmente a personas de entre 30 y 79 años, siendo muy poco frecuente entre los menores de 20 años. La tasa de letalidad se estima aproximadamente en el 2% (IC 95% 0,5-4%), con cifras superiores en China y menores en Europa y EE.UU. (1-3%).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrece una información actualizada acerca del número de casos y muertes a través de su página web: https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/situation-reports. 

El 80% de los casos identificados se presenta de forma leve, y un 20% puede tener manifestaciones más graves, la mayoría de estos pacientes graves eran mayores de 50 años, tenía comorbilidades como hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes o enfermedad respiratoria crónica (6).

En Colombia, los datos son actualizados diariamente por el Ministerio de Salud (https://d2jsqrio60m94k.cloudfront.net).

Respecto a la Infección por coronavirus 2019 durante el embarazo existen muy pocos datos referentes, sin embargo tenemos datos sobre infección por otros coronavirus similares que han ocurrido  (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS-CoV] o el Middle East Respiratory Syndrome [MERS-CoV]), y se pueden extrapolar.

La serie más larga de embarazadas fue descrita durante el brote de 2003 en Hong Kong. Se infectaron 12 mujeres, con una mortalidad del 25% (síndrome de distrés respiratorio agudo [SDRA] en 4, coagulacion intravascular diseminada [CID] en 3, fallo renal en 3, neumonía bacteriana en 2 y sepsis en 2), con un porcentaje de necesidad de ventilación mecánica superior entre las embarazadas que entre las no embarazadas.

Los resultados perinatales fueron diferentes en función del trimestre de embarazo:

– 4 de las 7 infecciones de primer trimestre acabaron en aborto espontáneo y 2 realizaron una interrupción voluntaria del embarazo.

– 4 de las 5 embarazadas de más de 24 semanas tuvieron un parto prematuro (3 cesáreas indicadas por deterioro materno, a las 26, 28 y 32 semanas, con complicaciones posparto como displasia broncopulmonar, perforación yeyunal y enterocolitis necrotizante. 

Los 2 niños que nacieron después de que sus madres se recuperan del SARS tuvieron retrasos de crecimiento intrauterino) y solo 1 dio a luz un feto a término sano.

En ningún caso se demostró la transmisión de madre a hijo.

El embarazo parece empeorar el curso de la enfermedad por SARS-CoV: mayor tiempo de hospitalización, mayor tasa de fallo renal, sepsis, CID, ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI) (el 40% de las embarazadas requirieron ventilación mecánica frente a un 13% en adultos (p = 0,07) y con mayor letalidad (p = 0,01).

El MERS afecta principalmente a hombres mayores de 50 años, y su tasa de letalidad se estima en un 35-40%.

Se han descrito 13 casos en embarazadas, de los cuales 2 fueron asintomáticos. De los 11 casos con síntomas: 7 ingresaron en la UCI por SDRA, 5 requirieron ventilación mecánica, 3 murieron (23%) entre los 8 y 25 días posparto y 8 se recuperaron.
Los resultados perinatales fueron: los 2 hijos de las mujeres asintomáticas nacieron a término sanos; de los casos sintomáticos: 1 fue óbito intraútero, 1 recién nacido muerto, 1 prematuro de 25 semanas que murió a las 4 horas posparto, 2 prematuros sanos, 5 a término sanos y 1 caso sin datos al respecto.
En ningún caso se demostró la transmisión de madre a hijo.

Efecto del SARS-CoV-2 sobre el embarazo

Existen muy pocos datos disponibles de embarazadas con COVID-19, pero parece que las embarazadas no son más susceptibles de infectarse, de hecho este nuevo coronavirus parece afectar más a hombres que a mujeres.

Los datos que conocemos del SARS y MERS sugieren que en las embarazadas la infección puede ser desde asintomática a causar serios problemas respiratorios y muerte.

Chen y cols. han publicado (12 de febrero de 2020) una serie de 9 casos de infección por SARS-CoV-2 en mujeres embarazadas de tercer trimestre (7).

El cuadro clínico que presentaron fue: en 7 casos fiebre, 4 tos, mialgia en 3, dolor de garganta en 2 y malestar general en 2 casos. En 5 casos se detectó linfopenia y en 3 casos transaminitis. Ninguna paciente desarrolló una neumonía severa por este virus y no hubo ninguna muerte.

Nacieron 9 niños vivos, todos ellos por cesárea. Se detectó sospecha de pérdida de bienestar fetal en 2 casos, pero no hubo ningún caso de asfixia fetal. Todos los recién nacidos tuvieron una puntuación en el test de Apgar de entre 8-9 al primer minuto y entre 9-10 a los 10 minutos.

Las muestras recogidas de 6 de los casos (líquido amniótico, sangre de cordón umbilical, frotis orofaríngeo al recién nacido y leche materna) dieron resultados todos negativos para SARS-CoV-2.

En una segunda serie de 9 embarazadas con 10 niños, publicada por Zhu y cols. (10 de febrero de 2020), los síntomas se iniciaron antes del parto en 4 casos, 2 en el mismo día del parto y en 3 casos en el posparto. La clínica fue similar a las no embrazadas, principalmente fiebre y tos. En 6 casos se detectó alteración del bienestar fetal, 7 fueron cesáreas y 6 niños nacieron prematuros (9).

El síntoma principal de los recién nacidos fue distrés respiratorio en 6, 2 tuvieron fiebre, alteración de la función hepá- tica en 2, 1 caso de taquicardia, 1 caso con vómitos y 1 neumotórax. En el momento de la publicación 5 recién nacidos estaban sanos, 1 había fallecido y 4 permanecían hospitalizados pero estables.

Se recogió una muestra orofaríngea de 9 de los 10 niños y en todos los casos los resultados de la proteína C reactiva (PCR) para SARS-CoV-2 fue negativa. De estas dos publicaciones podemos inferir, a pesar del número limitado de casos, que:

– La neumonía en las pacientes embarazadas no parece ser más grave que en el resto de grupos de población.
– No hay evidencia de la transmisión intrauterina del SARS-CoV-2 en mujeres que adquieren la infección durante el tercer trimestre de embarazo.
– La infección perinatal por SARS-CoV-2 puede tener efectos adversos sobre los recién nacidos, como pérdida del bienestar fetal, parto prematuro, distrés respiratorio, trombocitopenia acompañado de alteración de la función hepática e incluso muerte.

Mecanismo de transmisión

La información disponible sugiere que la infección es zoonótica, pero se desconoce la fuente exacta de infección. Se ha demostrado la infección persona-persona por gotas respiratorias y contacto directo con secreciones respiratorias de forma similar al virus influenza. Al toser o estornudar se exhalan gotitas que se inhalan por los contactos cercanos (menos de 2 metros). No está claro si también se puede transmitir por fómites o si la transmisión fecal-oral también es posible.

Cuadro clínico
El COVID-19 se manifiesta desde síntomas semejantes a un resfriado común hasta un cuadro de insuficiencia respiratoria grave e incluso la muerte.

Las manifestaciones clínicas más frecuentes incluyen fiebre, tos, mialgia, cefalea y diarrea.

La complicación más frecuente es la neumonía y los cambios analíticos más frecuentes son linfopenia, leucopenia y trombocitopenia.

En un 17-29% de los pacientes hospitalizados el cuadro puede evolucionar a SDRA. 3

Según los datos disponibles de 18 embarazadas infectadas por SARS-CoV-2, todas se infectaron en el tercer trimestre del embarazo y todas mostraron cuadros clínicos semejantes a la clínica de los adultos. De estas 18 embarazadas, 16 dieron a luz por cesárea y los recién nacidos no mostraron infección por SARS-CoV-2.

Definición de caso de infección por el SARS-CoV-2

Se considerarán casos en investigación de COVID-19 los que cumplan alguno de los siguientes criterios:


❖ Criterios de caso 1: Paciente con tos y fiebre, con cuadro de Infección Respiratoria Aguda Grave(IRAG), que desarrolla un curso clínico inusual o inesperado, especialmente un deterioro repentino a pesar del tratamiento adecuado, que requiera internación y además que tenga:
a. Historial de viaje o que haya vivido en China o países y áreas con circulación viral confirmada del nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) en los 14 días anteriores al inicio de los síntomas, o
b. Una ocupación como trabajador de la salud u otro personal que labora en un entorno que atiende a pacientes con IRAG con etiología desconocida, o
c. Antecedentes de contacto estrecho en los últimos 14 días con un caso probable o confirmado de infección respiratoria aguda grave por el nuevo coronavirus.

❖ Criterios caso 2: Persona con presencia de al menos dos de los siguientes síntomas más frecuentes: fiebre, tos, dificultad respiratoria, odinofagia o fatiga y además que tenga:
a. Historial de viaje o que haya vivido en China o países y áreas con circulación viral confirmada del nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) en los 14 días anteriores al inicio de los síntomas, o
b. Una ocupación como trabajador de la salud u otro personal que labora en un entorno que atiende a pacientes con IRAG con etiología desconocida, o
c. Antecedentes de contacto estrecho en los últimos 14 días con un caso probable o confirmado de infección respiratoria aguda grave por el nuevo coronavirus.

❖ Criterio caso 3: asintomático que cumple con alguno de los siguientes criterios:
a. Historial de viaje o que haya vivido en China o países y áreas con circulación viral confirmada del nuevo
coronavirus (SARS-CoV-2) en los 14 días anteriores, o
b. Antecedentes de contacto estrecho en los últimos 14 días con un caso probable o confirmado de infección respiratoria aguda grave por el nuevo coronavirus o
c. Vive en el mismo hogar, ser una pareja íntima o brindar atención en un entorno no médico (como un hogar) para una persona con COVID-19 sintomática confirmada por laboratorio sin usar las precauciones recomendadas para el cuidado en el hogar y el aislamiento en el hogar.

 Además, se debe indagar sobre la presencia de alguno de los siguientes antecedentes de salud, considerados factores de riesgo:

- Tener 60 o más años.
Prestar especial atención ya que son quienes pueden presentar un cuadro más severo por infección por SARS-CoV-2.


Otro criterio puede ser cualquier persona que se encuentre hospitalizada por una infección respiratoria aguda con criterios de gravedad (neumonía, SDRA, fallo multiorgánico, shock séptico, ingreso en UCI o fallecimiento) en la que se hayan descartado otras posibles etiologías infecciosas que puedan justificar el cuadro (resultados negativos como mínimo para un panel de virus respiratorios, incluyendo gripe).

Estos criterios deben servir como una guía para la evaluación. Las autoridades de salud pública valorarán conjuntamente con los profesionales asistenciales el cumplimiento de los criterios de forma individualizada.
A efectos de la definición de caso, se clasifica como contacto estrecho:

– Cualquier persona que haya proporcionado cuidados a un caso probable o confirmado mientras el caso presentaba síntomas: trabajadores sanitarios que no han utilizado las medidas de protección adecuadas, miembros familiares o personas que tengan otro tipo de contacto físico similar.

– Cualquier persona que haya estado en el mismo lugar que un caso probable o confirmado mientras el caso presentaba síntomas, a una distancia menor de 2 metros (ejemplo: convivientes, visitas).

– Se considera contacto estrecho en un avión, a los pasajeros situados en un radio de 2 asientos alrededor de un caso probable o confirmado mientras el caso presentaba síntomas y a la tripulación que haya tenido contacto con dichos casos.

Criterio de laboratorio

– PCR de screening positiva y/o PCR de confirmación en un gen alternativo al de screening también positiva. 

Los casos en Colombia de clasifican del siguiente modo:

– Caso probable : cuando cumplan criterios de casos anotados con anterioridad y no se han hecho la prueba de laboratorio.

– Caso confirmado:  cuando es positivo por prueba de laboratorio.

– Caso descartado: caso en investigación cuya PCR en el laboratorio es negativa.

Muestras recomendadas para el diagnóstico

Muestras del tracto respiratorio
– Superior: exudado nasofaríngeo y/o orofaríngeo (igual que para el diagnóstico de gripe).

– Inferior: preferentemente lavado broncoalveolar, esputo (si es posible) y/o aspirado endotraqueal, especialmente en pacientes con enfermedad respiratoria grave. 

En otros países recomiendan que en los casos confirmados se Tomen estas muestras para estudios:

– Sueros: se recogerán 2 muestras de suero, la primera en la fase aguda y la segunda transcurridos 14-30 días para confirmar la presencia de anticuerpos.

– Heces y orina: se recogerán muestras de heces y orina para confirmar o descartar la excreción de virus por vías alternativas a la vía respiratoria.

Pruebas diagnósticas adicionales

– Radiografía de tórax: ante la necesidad de realizar una radiografía de tórax, esta no se demorará por el hecho de estar embarazada.
– Ecografía fetal: se realizarán los controles ecográficos en función de las semanas de embarazo, la gravedad del cuadro clínico materno y el bienestar fetal.
– Registro cardiotocográfico (RCTG): se realizarán los controles de bienestar fetal adecuados a las semanas de embarazo.

Limpieza y desinfección de superficies

El procedimiento de limpieza y desinfección de las superficies y de los espacios en contacto con la paciente se hará de acuerdo con la política habitual de limpieza y desinfección del centro. 

Existe evidencia de que los coronavirus se inactivan en contacto con una solución de hipoclorito sódico con una concentración al 0,1%, etanol al 62-71% o peróxido de hidrógeno al 0,5%, en un minuto. Es importante que no quede humedad en la superficie cercana al paciente. Se pueden emplear toallitas con desinfectante.

Se emplearán los detergentes y desinfectantes habituales autorizados para tal fin (con efecto virucida) y para las superficies se utilizará material textil desechable.

Actuación ante la llegada de una embarazada a urgencias con sospecha de infección por SARS-CoV-2

Debido a la incertidumbre sobre las características de transmisión de este virus, la situación epidemiológica actual y el principio de precaución, estas medidas se irán revisando según se disponga de más información sobre la enfermedad y su epidemiológica:

– El personal sanitario debe establecer de forma rápida si un paciente con infección respiratoria aguda grave (IRAG) cumple los criterios de caso en investigación de SARS-CoV-2.

– Las pacientes que se identifiquen como casos en investigación deberán separarse de otros pacientes, se les pondrá una mascarilla quirúrgica y serán conducidas de forma inmediata a una zona de aislamiento. El personal que les acompañe hasta la zona de aislamiento llevará mascarilla quirúrgica y guantes. Si hay riesgo de contacto con fluidos además debe llevar bata y protección ocular.

– Los casos probables deben ser aislados a la espera de los resultados de las pruebas diagnósticas. Si el cuadro clínico no lo precisa y se puede garantizar el aislamiento domiciliario, estas personas deben permanecer en aislamiento en su domicilio, no siendo necesario un ingreso hospitalario. Debe tenerse en cuenta las semanas de embarazo y los potenciales riesgos para el feto:

- Por debajo de las 24 semanas de embarazo se comprobará la viabilidad fetal y se seguirá el mismo procedimiento que para los demás pacientes.

- Por encima de las 24 semanas se comprobará el bienestar fetal y la paciente seguirá en seguimiento hasta el resultado de las pruebas diagnósticas. El control del bienestar fetal se realizará mediante ecografía y/o RCTG (monitoreo fetal) en función de las semanas de embarazo.

– Los casos probables y los casos confirmados (con síntomas respiratorios o de sepsis)  se ingresarán en un hospital en aislamiento de contacto y por gotas para su estudio y tratamiento. 

Siempre que sea posible, y en especial en caso de realización de maniobras que puedan generar aerosoles, se recomienda aislamiento en habitación de presión negativa. 

El control del bienestar fetal se realizará en función de los criterios obstétricos, en función de las semanas de embarazo.

Equipos de protección para el personal sanitario



– El personal sanitario que atienda a casos probables o confirmados, para infección por SARS-CoV-2 o las personas que entren en la habitación de aislamiento (por ejemplo: familiares, personal de limpieza...) deben llevar un equipo de protección individual (EPI) para la prevención de infección por microorganismos transmitidos por gotas y por contacto que incluya:

- Bata antifluido.

- Mascarilla: aunque por el momento no existe evidencia de transmisión aérea se recomienda como
medida de precaución la utilización de mascarilla FFP2.

- Guantes.

- Protección ocular antisalpicaduras.

– En los procedimientos que generen aerosoles, que incluyen cualquier procedimiento sobre la vía aérea,
como la intubación traqueal, el lavado bronco-alveolar, o la ventilación manual, se deberán reducir al mínimo el número de personas en la habitación y todos deben llevar:

- Una mascarilla de alta eficacia FFP2 o preferiblemente FFP3.

- Protección ocular ajustada de montura integral o protector facial completo.

- Guantes.

- Batas impermeables de manga larga (si la bata no es impermeable y se prevé que se produzcan salpi-
caduras de sangre u otros fluidos corporales, añadir un delantal de plástico).

Si hay disponibilidad, se valorará realizar estos procedimientos en habitaciones de presión negativa.

– Se debe cumplir una estricta higiene de manos antes y después del contacto con el paciente y de la retirada del EPI.

Tratamiento

Actualmente no existe un tratamiento específico frente al COVID-19. Basándose en la experiencia previa de brotes por otros coronavirus, actualmente se está empleando en algunos casos y de forma experimental el tratamiento con una combinación de inhibidores de la proteasa (lopinavir/ritonavir) con o sin interferón β, o tratamiento con un inhibidor de la ARN polimerasa (remdesivir)y la cloroquina.

Dado el riesgo potencial del SARS-CoV-2 en las mujeres embarazadas, el tratamiento se basará en la optimización del estado de salud de la madre y el feto con un estrecho seguimiento.

Los principios del tratamiento de la embarazada, al igual que el resto de la población, incluyen:

– Medidas de aislamiento precoz.
– Control de la infección.
– Toma de muestras para el diagnóstico de COVID-19 y otros virus respiratorios.
– Oxigenoterapia si es necesario.
– Evitar la sobrecarga de fluidos.
– Antibioticoterapia empírica si se sospecha coinfección bacteriana.
– Monitorización de la dinámica uterina y el bienestar fetal.
– Ventilación mecánica precoz en caso de deterioro de la función respiratoria.
– Individualizar el momento más adecuado del parto.

El manejo de la mujer embarazada infectada por SARS-CoV-2 debe correr a cargo de un equipo multidisciplinar que establezca el lugar más adecuado para el correcto tratamiento del binomio madre-feto y permita mantener el control y la pronta actuación en caso de deterioro materno o fetal o que se inicie trabajo de parto prematuro.

Los cambios en el bienestar fetal (RCTG) pueden ser un primer síntoma de deterioro materno. Basándonos en la experiencia con el SARS y el MERS las embarazadas pueden tener un fallo respiratorio severo y, en los casos más severos, la ventilación mecánica puede no ser suficiente para conseguir una adecuada oxigenación. En estos casos, y en centros donde se tenga experiencia, la oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) podría tener un papel en la embarazada.

Finalización del embarazo

Si la madre no presenta complicaciones no se recomienda desembarazar. En los casos graves, el finalizar el embarazo debe considerarse en función de las semanas de embarazo y de acuerdo con el neonatólogo. La decisión debe ser multidisciplinar.

Se recomienda que la atención al parto se realice en una habitación con presión negativa. Si ello no es posible, la sal de partos debería contar con un sistema de ventilación adecuado. El personal que atienda al parto debe llevar el equipo de protección individual adecuado, que incluye: gorro, gafas, batas impermeables, guantes y mascarillas N95.
Para reducir el riesgo de transmisión vertical, se recomienda el clampaje inmediato del cordón umbilical y evitar el contacto piel con piel.

El documento de consenso para la prevención y el control de la infección perinatal por el SARS-CoV-2 publicado recientemente por un grupo de expertos chinos recomienda a las madres con sospecha o diagnóstico de infección por SARS-CoV-2 que no realicen lactancia materna hasta que se disponga de más datos acerca de su seguridad (11).

Maduración pulmonar con corticoides

El uso de corticoides para la neumonía asociada al SARS-CoV-2 no parece adecuado, puesto que retrasa la eliminación del virus como el MERS. Sin embargo, el uso de corticoides para la maduración pulmonar fetal puede utilizarse, siempre de acuerdo con el equipo multidisciplinar que atienda a la paciente embarazada.

Recomendaciones sobre viajes a las embarazadas

La recomendación para las embarazadas sería de no viajar a las zonas donde exista transmisión comunitaria del virus.

Los obstetras deben interrogar a las pacientes sobre sus viajes a zonas consideradas como áreas con evidencia de transmisión comunitaria. 

Las áreas consideradas actualmente se pueden consultar en el siguiente enlace: https:// www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-China/areas.htm.


Cuidado de los niños nacidos de madres infectadas por el COVID-19

Los niños nacidos de madres infectadas por SARS-CoV-2 deben ser considerados como "casos en investigación" y por tanto deben ser aislados del resto.
Contacto madre-hijo.

Se desconoce si los recién nacidos infectados por SARS-CoV-2 tienen o no más riesgo de complicaciones severas. La posibilidad de transmisión de la madre infectada al recién nacido por las secreciones maternas hace que se recomienda separar temporalmente al recién nacido de su madre mientras la madre se considere potencialmente transmisora.

– Los riesgos y beneficios de separar temporalmente a la madre del recién nacido deben ser valorados por la paciente y su equipo tratante conjuntamente.

– Debe adecuarse una habitación para poder aislar al recién nacido mientras se considere un "caso en investigación". Debe limitarse las visitas a la persona que cuida al recién nacido (progenitor sano...), facilitando las medidas de protección adecuadas: bata, guantes, mascarilla, protección ocular.

– La decisión de no separar madre y recién nacido debe ser individualizada, en función de la severidad de la infección, signos y síntomas y de los resultados de los test de laboratorio para el diagnóstico de COVID-19.

Si por algún motivo especial no se pueda separar al recién nacido de su madre, deben considerarse algunas medidas especiales:

- Disponer de ciertas barreras arquitectónicas y colocar al recién nacido a más de 2 metros de distancia de la madre.

- Si la madre debe cuidar del recién nacido, no hay ninguna otra persona que pueda hacerlo, la madre debe usar mascarilla quirúrgica a distancias inferiores a 2 metros y, para cualquier manipulación del recién nacido, usar guantes y realizar higiene de manos antes y después de cualquier contacto con el recién nacido.

Lactancia

Aunque CDC recomienda que se extraiga la leche, previa limpieza de las manos, con un extractor de leche adecuado, y esta leche pueda administrarse al recién nacido por una persona sana. Siempre desinfectando las manos antes de cada toma y colocándose  la mascarilla facial. No se puede descartar la posibilidad de transmisión vertical de COVID-19, por lo que los recién nacidos de madres infectadas no deberían ser alimentados con leche materna hasta que sus madres den negativo para la infección.

Alta hospitalaria

El alta de la madre debe seguir las indicaciones de alta de cualquier persona infectada por COVID-19.

Bibliografía

1. Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación. Preven- ción y control de la infección en el manejo de pacientes con COVID-19. Versión de 20 de febrero de 2020. [Internet]. Disponible en: https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-China/documentos/Documento_Control_ Infeccion.pdf.
2.Lineamientos para la detección y el
Manejo de casos por los
Prestadores de servicios de salud , frente a la introducción del SARS coV2(covid19) en Colombia.
https://www.minsalud.gov.co/Ministerio/Institucional/Procesos%20y%20procedimientos/GIPS05.pdf

3. Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación. Manejo en urgencias y primera atención de pacientes con sospecha de COVID-19. Versión de 19 de febrero de 2020 [Internet]. Disponible en: https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-China/documentos/Manejo_urgencias_ pacientes_con_COVID-19.pdf.

4. Centers for Disease Control and Prevention [Internet]. Coronavirus disease 2019 (COVID-19). Disponible en: https://www.cdc. gov/coronavirus/2019-nCoV/hcp/index.html.

5. Centers for Disease Control and Prevention [Internet]. Interim Considerations for Infection Prevention and Control of Corona- virus Disease 2019 (COVID-19) in Inpatient Obstetric Healthcare Settings [Consultado el 29 de febrero de 2020]. Disponible en: https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/hcp/inpatient-obstetric-healthcare-guidance.html.

6. Organización Mundial de la Salud. Coronavirus disease 2019 (COVID-19) Situation Report – 40. February 29 2020 [Internet]. Dispo- nible en: https://www.who.int/docs/default-source/coronaviruse/situation-reports/20200229-sitrep-40-covid-19.pdf?sfvrsn= 7203e653_2.

7. Chen H, Guo J, Wang C, Luo F, Yu X, Zhang W, et al. Clinical characteristics and intrauterine vertical transmission potential of COVID-19 infection in nine pregnant women: A retrospective review of medical records. Lancet 2020 [Internet] Disponible en: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0140673620303603. DOI: 10.1016/S0140-6736(20)30360-3.

8. Favre G, Pomar L, Musso D, Baud D. 2019-nCoV epidemic: What about pregnancies? Lancet 2020 [Internet] Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0140673620303111. DOI: 10.1016/S0140-6736(20)30311-1.

9. Zhu H, Wang L, Fang C, Peng S, Zhang L, Chang G, et al. Clinical analysis of 10 neonates born to mothers with 2019-nCoV pneu- monia. Transl Pediatr 2020;9:51-60 [Internet]. Disponible en: http://tp.amegroups.com/article/view/35919/28274.

10. Rasmussen SA, Smulian JC, Lednicky JA, Wen TS, Jamieson DJ. Coronavirus disease 2019 (COVID-19) and pregnancy: What obstetricians need to know. Am J Obstet Gynecol 2020. DOI: https://doi.org/10.1016/j.ajog.2020.02.017.

11. WangL,ShiY,XiaoT,etal.Chineseexpertconsensusontheperinatalandneonatalmanagementforthepreventionandcontrol of the 2019 novel coronavirus infection (first edition). Ann Transl Med 2020;8(3):47-55.



14. Vigilancia coronavirus , instructivo 2020.


15. Clinical Characteristics of 138 Hospitalized Patients With 2019 Novel Coronavirus–Infected Pneumonia in Wuhan, China. Dawei Wang et al. JAMA. Published online February 7, 2020. doi:10.1001/jama.2020.1585

https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2761044