lunes, 18 de octubre de 2021

A propósito de la Política educativa, por Jaime Barrios Nassi

Las personas y también los educadores tienen aversión a la política, y seguramente es por la acepción actual de “políticos” (corruptos) que hace que se distorsione este término. La realidad es que todos somos políticos, y como veremos más adelante para que una sociedad y comunidad funcionen bien deben establecer una “política”. Los invito a profundizar y conocer más de política, sobre todo en el ámbito de la educación, aclarando que la política educativa es la relacionada o establecida en las instituciones o medios educativos y, que en cada país están enmarcados en normas, acuerdos, consensos,  decretos y leyes que facilitan su desarrollo.


Desde Platón, Aristóteles, Maquiavelo, Hobbes, Locke y Montesquieu, el significado de “política” se ha incrementado con más significados, volviéndose más compleja y en constante desarrollo (1). 


Comenzaremos con una definición actual y que incluye la RAE: “Orientaciones o directrices que rigen la actuación de una persona o entidad en un asunto”. Etimológicamente “política” viene de la expresión utilizada por Aristóteles en su libro para relacionarlo con las “polis” (ciudades).


La mayoría de esas orientaciones tienen que ver con el ejercicio de poder, entendiéndose las distintas formas que podríamos denominarlas “buenas” y “malas”, y que para Maquiavelo sólo se definían teniendo en cuenta los logros, y no las acciones, según los propósitos propuestos. Así Octavi Fullat (2) indica que lo que es o ha sido la política, un ejercicio del poder es diferente de lo que desearíamos que fuese la política. 


Para  Freire (3) el objetivo final que busca la política es ayudar a la emancipación, "proceso mediante el cual los seres humanos participan críticamente en un acto transformador [...] 'proceso de creación'" que debe tender a lo positivo. No es posible una política como instrumento de aceptación de una sociedad, un mundo, de un “statu quo”, es necesaria una acción (política) susceptible de transformar el mundo y de cambiar una sociedad que creemos puede ser mejorada. 


Paolo Freire menciona como "analfabeto político" a quien ve la realidad social como si ésta ya estuviera determinada de antemano, y no como algo en desarrollo, concediéndole protagonismo al ser humano como ser político "domesticador del futuro"), cómo un ser digno de su potencialidad como actor. Reconociendo el poder transformador de la política y el papel activo en ella de los "políticos", es decir, de todos los llamados a ser protagonistas en la acción política.


En este orden de ideas , la vinculación de la política y moral, entre política y ética, es fundamental.


Nicolas Tenzer (4) menciona que "hacer política es revelar una voluntad subyacente del pueblo. La obra política es una obra de esclarecimiento de lo que desea la gente, la política tiene que ser instrumento de liberación personal y social. 


El sociólogo alemán Max Weber (5) afirma que "la política consiste en una dura y prolongada influencia a través de fuertes resistencias, requiriendo pasión y mesura”. En este mundo “no se consigue nunca lo posible si no se intenta lo imposible una y otra vez". 


Hannah Arendt (6) define en la política el “logro de lo imposible”, estableciendo que el sentido de la política –no su objetivo, ni su meta– es la libertad. También menciona que el hombre es, con su prójimo, el auténtico protagonista: "es en este espacio –y no en ningún otro– donde tenemos el derecho a esperar milagros”. Proponer lo deseable es un ejercicio de libertad que sería utópico si se careciera de la libertad que da sentido a la política. 


El “maleamiento” de la política y la desconfianza que esto ha generado, lo que ha puesto en duda que libertad y política vayan juntas, pero el ser humano en libertad –auténtico mago, dotado del don de la "acción", es capaz de hacer milagros "de un modo maravilloso y misterioso" (6). La libertad, es decir, la ausencia de dominación, es “conditio sine qua non” para hacer política.


Ortega y Gasset (7) define la política como el instrumento que provoca la transformación de la realidad social; acción a la que guía una orientación determinada que busca la transformación social. 


Legrand (8) que "toda política supone anticipación en el tiempo, proyección hacia el futuro a corto y a largo plazo con el fin de cambiar la situación existente"; pero la dificultad vendrá cuando se quiera delimitar la mejor orientación en función de la cual cambiar la situación existente y transformar la sociedad; de esto se hablará en el apartado referido a la política educativa.


La política es absolutamente necesaria para el logro de proyectos transformadores encaminados a la consecución de una sociedad y una realidad deseable de la que forma parte nuclear la democracia



La política implica el ejercicio de las más importantes realizaciones de la condición humana: la palabra –el diálogo– y la acción (6), pero que se producen de manera conjunta y compartida con otros que son distintos, pero también iguales, y que "nos constituyen como personas; luego sin relación con los demás no seríamos nosotros mismos" (9); y esta igualdad resulta obligada para la política. 


Hannah Arendt (6) cree que "la política trata del estar juntos y los unos con los otros de los diversos"; por eso piensa que es un error considerar al hombre como "zoon politikon", "el hombre a-político", la política se hace fuera del hombre, pero necesariamente “entre los hombres”. De los demás necesita la palabra, la actitud dialógica, requiere escuchar y ser escuchado, hablar y expresarse libremente, y eso no se puede hacer en solitario ni bajo dominación. La acción tampoco puede tener lugar en el aislamiento, es imposible realizar algo sin los demás, con quienes se llega a conocer la realidad y el mundo que nos rodea porque es común a todos y, en consecuencia, los demás son necesarios –como yo a ellos– para comprender el mundo, en el que ocupamos una posición en relación con los demás, gracias a lo cual podemos hablar de ello; subjetividad, pero también intersubjetividad: los demás me ven como sujeto y esa percepción me indica lo que soy (1).. 


La actuación conjunta crea espacios públicos, lugares públicos, propiamente políticos, compuestos por la presencia de los demás y, por consiguiente, opuestos a la privacidad. El espacio público sólo llega a ser político cuando se instala en la polis, en la ciudad, lugar en el que se encuentran los iguales (en la Grecia clásica, en el ágora y el mercado, lugares públicos de reunión entre iguales) y pueden hablar en libertad. La vida privada era para los griegos idiota porque "le faltaba esta diversidad de hablar sobre algo y, consecuentemente, la experiencia de cómo van verdaderamente las cosas en el mundo" (6). El individuo nunca es libre en su aislamiento.


Este "pensamiento abierto" que nace de la relación con los demás en el espacio público, en la polis es reflejado de manera brillante por el poeta W. H. Auden: "Los rostros privados / en lugares públicos / son más bellos / y sabios que los rostros públicos / en lugares privados


" Private faces in public places / Are wiser and nicer / Than public faces in private places.



Bibliografía 


  1. Manual de política y legislación educativas, Juan Manuel Fernández, EDITORIAL SÍNTESIS, S. A. Madrid, ISBN: 978-84-995820-6-1. 1999

  2. Fullat, O. (1994): Política de la educación. Ceac. Barcelona.

  3. Freire, P. (1990): La naturaleza política de la educación. Paidós. Madrid.

  4. Tenzer, N. (1992): La sociedad despolitizada. Ensayo sobre los fundamentos de la política. Paidós. Barcelona. 

  5. Weber, Max, La política como profesión, editorial Biblioteca Nueva, Madrid 2021

  6. Arendt, H. (1997): ¿Qué es la política? Paidós. Barcelona.

  7. Ortega y Gasset, Jose. Vieja y nueva política y otros escritos programáticos, editorial biblioteca nueva, ISBN:9788497425759, 2007

  8. Legrand, L. (1988). "Las actitudes pedagógicas de la educación nueva". En JUIF, P. y Legrand, L. Grandes orientaciones de la pedagogía contemporánea. Madrid. Narcea. pp. 57-61.

  9. Bilbeny, N. (1998): Política sin Estado. Introducción a la filosofía política. Ariel. Barcelona.