jueves, 27 de febrero de 2020

ómicas y biología de sistemas

¿Por qué necesitamos ómicas y biología de sistemas?

Traducción y Resumen de la publicación del Dr. Joe Leigh Simpson ( New technologies in perinatal medicine 2020)


La Ómica es un neologismo que deriva del griego -oma ωμα. que en Biología Molecular se utiliza como sufijo para referirse al estudio de la totalidad de algo, como genes, organismos de un ecosistema, proteínas,etc.

Las principales ómicas son la Genómica, la Interactómica, la Metabolómica, la Metagenómica, la Proteómica, la Epigenómica, la Lipidómica, la alimentómica o foodomica, la Secretómica, la glicómica y la Transcriptómica.

Las Ómicas implican muchos enfoques diferentes aplicados simultáneamente a un único problema. La presunción es que la gran cantidad de datos existentes conducirá a descubrir mecanismos causales y mejorar el tratamiento de mujeres embarazadas y fetos que de otra manera sería imposible. 

Se han llevado investigaciones tipo ensayos clínicos aleatorizados (ECA), con resultados muchas veces satisfactorios, pero también sin resolución del tema investigado. Los ECA que son financiados por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), Consejos de Investigación Médica (MRC) y otras agencias parecen estar bien estructurados, toman en cuenta las variables de confusión(análisis multivariado) y generalmente producen conclusiones claras sobre los resultados iniciales.

Esta nueva forma de investigación desconocida y mucho más compleja se ha vuelto repentinamente necesaria, debido a que los investigadores actuales consideran que los trastornos rara vez son una condición homogénea. Se necesitan  hipótesis “agnósticas”, o sea por fuera de las creencias preconcebidas. Las ómicas y la biología de sistemas serán las encargadas de resolver esta problemática.


  1. Los trastornos comunes son etiología heterogénea.     

Si se leen los libros de texto escritos de hace 30 años se podría concluir que las enfermedades más comunes son de etiología única. 

Sabemos que los fenotipos de los pacientes afectados pueden hacer variar el grado de expresión de la enfermedad, la edad cronológica de inicio o la semana de manifestación. Suponíamos que un trastorno dado era singular; se diagnostica hipertensión arterial en adultos si la presión arterial es mayor de 140/90 mm Hg, aunque se sabe qué hay valores umbrales y causas raras, como el síndrome de Cushing o los trastornos biosintéticos suprarrenales, ni siquiera mencionamos estos diagnósticos diferenciales, asumiendo que la mayoría de los casos eventualmente tienen la misma etiología y, por lo tanto, se tratan de manera similar. 

La agresividad de la terapia, la dosis, puede diferir según el caso pero la tratamos igual para todos los casos.

En obstetricia, la prevalencia de preeclampsia es del 5% al ​​7%. Conocemos su epidemiología (mujeres primigestas; mujeres multíparas con nuevas parejas). Diagnosticamos sobre la base de presión arterial elevada, hiperreflexia, edema y proteinuria. Sabemos que si la presión arterial antes del embarazo era 100/70 no necesita alcanzar 140/90 para ser considerada preeclampsia.El diagnóstico, la prevención y el tratamiento no han cambiado mucho durante muchos años. 

La intervención temprana con aspirina, podría beneficiar al 20% de las mujeres, el 80% no estaría "curado". Seguimos insistiendo en pensar que solo hay una etiología, a pesar de la heterogeneidad, para esto las Ómicas y la biología de sistemas se convierten en fuertes alternativas.


  1. Todos los trastornos comunes son etiológicamente heterogéneos.

Los médicos genetistas tienen claro que los errores hereditarios congénitos del metabolismo son heterogéneos. Las mutaciones en diferentes enzimas en una vía común pueden  tener el mismo resultado final, por ejemplo, colesterol elevado o cortisol disminuido, siendo el resultado de defectos en cualquiera de las enzimas secuenciales de una ruta biosintética. Evidenciando que cada trastorno se debe a un gen diferente (heterogeneidad etiológica), incluso cuando al menos un componente de un fenotipo pleiotrópico es similar. 

La diferenciación también fue posible como resultado de diferentes perfiles de metabolitos. Un buen ejemplo es la fenilcetonuria (PKU). La PKU es un trastorno autosómico recesivo debido a la deficiencia de la enzima fenilalanina hidroxilasa, que es necesaria para convertir la fenilalanina en tirosina. 

El diagnóstico de PKU se realizó inicialmente no sobre la base de medir directamente el exceso de fenilalanina, sino mediante la detección de un aumento en el metabolito del subproducto ácido fenilpirúvico. El ácido fenilpirúvico se acumula de forma secundaria a niveles elevados de fenilalanina. Pero incluso el trastorno poco comunes de la  PKU. Existen fenotipos clásicos, variantes benignos, todos debido a diferentes perturbaciones en la enzima Fenilalanina Hidroxilasa., también existen perturbaciones en otros genes, contribuyendo a la expresión clínica de esta enfermedad.

En obstetricia y ginecología (OB-GYN) se convocan conferencias mundiales para codificar los criterios de diagnóstico (por ejemplo, los criterios de Rotterdam), pero las clasificaciones tienden a ser variantes cuantitativas sobre el tema de folículos, hirsutismo y anovulación. Sin embargo, más de una docena de genes diferentes están asociados con el síndrome de ovario poliquístico (PCOS) y se caracterizan por ser estadísticamente significativo.

Afortunadamente, se está produciendo una mayor apreciación de la heterogeneidad genética y etiológica en muchas afecciones. 

El progreso en la diferenciación de las hiperglucemias es un ejemplo, solo existía estratificación binaria en diabetes mellitus (DM) infantil (dependiente de insulina) y de inicio en adultos (resistente a insulina). Esta categorización luego se interrumpió con el reconocimiento de la diabetes de inicio en la madurez de los jóvenes (MODY). Su edad de inicio (finales de la adolescencia; principios de la tercera década) fue diferente. La heredabilidad fue diferente (a menudo un solo gen). Más tarde, MODY comenzó a estratificarse en diferentes tipos en función de los genes y el modo de herencia.

3. Los trastornos fenotípicamente similares pero etiológicamente distintos requieren diferentes criterios de diagnóstico y diferentes tipos de tratamientos.

La hiperplasia suprarrenal es el resultado de una de una serie de defectos enzimáticos en la ruta biosintética del cortisol. La inhibición de retroalimentación negativa basada en los niveles de cortisol modula la velocidad de síntesis. Si existe un bloqueo enzimático en la vía, los precursores se acumulan antes del bloqueo, lo que conduce en forma secundaria a excesos de otros esteroides. Existe una docena de defectos distintos, unos difieren considerablemente en la expresión fenotípica, pero otros muestran sólo diferencias matizadas.

La vía biosintética suprarrenal incluye las enzimas 21-hidroxilasa y 11-β-hidroxilasa.

Se requiere 21-hidroxilasa para convertir 17α-OH progesterona en 11-desoxicortisol, un penúltimo paso en la síntesis de cortisol. La ambigüedad genital ocurre en las mujeres afectadas porque cuando se acumula la progesterona 17α-OH, está se convierte en  andrógenos, concomitante con una pérdida de sodio, debido a que el 11-desoxicortisol facilita la retención de sodio. 

En cambio la siguiente enzima en la vía biosintética suprarrenal, la 11-β-hidroxilasa, cuya deficiencia resulta en un exceso de 11-desoxicortisol que también conduce a deficiencias de cortisol, también ambigüedad genital, sin embargo hay retención de sodio, lo que resulta en hipertensión debido a la hipervolemia. 

Por lo tanto, la pérdida de sal ocurre en la deficiencia de 21-hidroxilasa, mientras que la retención de sal ocurre en la deficiencia de 11β-hidroxilasa. El tratamiento con cortisol anula la ambigüedad genital en ambos. Si la ambigüedad genital fuera la única característica, las diferencias fenotípicas no serían tan importantes.

El tratamiento diferencial se da también por jemplo en las entidades oncológicas, pruebas genéticas a menudo revelan una serie de mutaciones diferentes en tumores histológicamente similares. Generalmente un solo medicamento no es eficaz para el tratamiento y se necesitan combinaciones especiales para mejorar la efectividad del manejo. Esto quizá lo podamos aplicar para tratar la preeclampsia y el parto prematuro.

4. La medicina de precisión integra elementos ómnicos, datos clínicos, exposiciones ambientales y determinantes sociales.

La pregunta es si en pleno siglo XXI ofrecemos medicina de precisión en obstetricia. Hasta la fecha, solo existen opciones de diagnóstico limitadas para los trastornos obstétricos. Podemos medir la presencia o ausencia de una proteína asociada (recuerde que las enzimas son productos genéticos) o metabolitos indicativos de una vía alterada. Pero, por lo general, esta información se superpone con las características de otras condiciones, por lo que no es cualitativamente única. Por el contrario, podría existir una nueva huella si interrogamos las secuencias de ADN en una región objetivo de entre los 21,000 genes codificadores de proteínas. 

Podemos comparar una secuencia prometedora en una muestra derivada del paciente con el genoma de referencia normal. La secuenciación ya no es difícil, costosa o lleva mucho tiempo. Las variantes benignas se pueden distinguir fácilmente de las variantes patogénicas.

Imaginemos el poder de expandir y aplicar nuestro conocimiento genómico a las condiciones obstétricas, revisar los genes que codifican proteínas, solo conocemos un 30 por ciento, el 70 por ciento restante seguramente será fundamental  en el conocimiento de las diferenciaciones embrionarias, fetales o de la placentación. 

Por ejemplo se estás estudiando secuenciación en poblaciones con diferencia en el número de partos pretérminos.

Los genes que codifican proteínas (exoma) constituyen solo el 1.5% del ADN; El 98.5% restante llevan a cabo funciones reguladoras. Las regiones reguladoras gobiernan el grado de expresión génica. La expresión de un gen puede ser de activado a desactivado pasando por una gama de efectos cuantificables. Inclusive otros mecanismos como la metilación del ADN están involucrados. Por lo tanto, se puede rastrear la expresión génica por expresión de ARN (transcripción) o por supresión de ADN (metiloma). 

Si un gen normalmente no expresado de repente se expresa, su secuencia reguladora podría haberse desmetilado y, por lo tanto, transcrito.
A partir del estudio del genoma, el transcriptoma y el metiloma, uno puede estudiar simultáneamente proteínas (proteoma) y metabolitos (metaboloma). Este enfoque está bien ilustrado por el enfoque de biología del sistema integrado en preeclampsia. 

Un enfoque integrado fue aplicado por investigadores para determinar el ADN o el ARN en células placentarias individuales, correlacionando la histología, la información metabólica y la función y morfología de una sola célula mediante la separación celular se viene dando. Se demostró que había 18 tipos diferentes de células placentarias. Además, se puede incorporar información sobre el ambiente y la interacción con el genoma (epigenoma), medidas de determinación social (por ejemplo, nutrición) y estado clínico. 

La determinación social es muy importante, por ejemplo, muchas veces los factores de riesgos en los hallazgos  sociodemográficos impactan más que los riesgos individuales, un Odds Ratio alto (p. Ej., 6.0) para una mujer que haya tenido un parto prematuro previo (PTB) se debe intervenir, pero en la población general debido a que la PTB ocurre solo en 8% -10% de los partos, los riesgos atribuidos ante la población no son grandes. Por el contrario, una embarazada con OR más bajo (OR 1.3) en una población con riesgo superior al 10%, puede tener más riesgo.


5. Búsqueda de datos y conclusión clínica.

Acumular una enorme cantidad de datos es atractivo pero presenta un problema. La acumulación de datos y el monitoreo continuo son necesarios. 

Hay dos enfoques conceptuales para la exploración y búsqueda de datos: 1. aprendizaje automático y 2. inteligencia artificial (IA). Estás herramientas son similares y se superponen, pero las expectativas son diferentes.

El aprendizaje automático implica consultas iterativas de gran trabajo, utilizando computadoras y bioinformática para realizar tales búsquedas, depende del enfoque del investigador, sus hipótesis y premisas, se necesita un inmenso software y destreza informática, pero se debe anotar que el rector de esta herramienta es el ser humano. 

Las computadoras son muy eficientes en el procesamiento de conjuntos de datos masivos para reconocer patrones; sin embargo, alguien debe programar el punto final o umbral que justifica una respuesta algorítmica. 

En medicina, podemos aplicar el aprendizaje automático para ajustar las predicciones de enfermedades o estratificar dado un conjunto conocido de características asociadas.

La IA es agnóstica. No hay hipótesis a priori. El principio consiste en interrogar todas las relaciones, no solo las deducidas lógicamente por los humanos, sino aquellas aparentemente ilógicas. AI explorar todas las hipótesis, de hecho, ya usamos enfoques para localizar secuencias asociadas a genes. 

Una hipótesis orientada por el ser humano puede ser  restrictiva y equivocada; los humanos solo pueden imaginar con límite, y al hacerlo filtran subliminalmente lo inverosímil, las relaciones inimaginables nunca serán exploradas. La IA puede interrogar y correlacionar todo esto, sin prejuicios. 


El aprendizaje automático y la IA se están utilizando en la biología del sistema, y los enfoques "multimómicos" han dado como resultado observaciones novedosos, especialmente en relación con las adaptaciones durante los embarazos utilizando patrones de expresión de genes fetales. Se pueden hacer predicciones, no mediante ultrasonido sino mediante análisis de sangre materna. El ADN libre de células maternas (y fetales) se ha correlacionado con la edad gestacional, pudiendo identificar la edad gestacional. Unos investigadores por ejemplo están persiguiendo el concepto de relojes gestacionales: inmunológico, proteómico y un "multiómico" verdaderamente agnóstico.

Conclusión

La heterogeneidad genética está presente entre los principales síndromes obstétricos. Los investigadores contemporáneos deben adaptarse a esta realidad y hacer los cambios apropiados en los diseños  de investigación y experimentos. 

Enumerar todas las hipótesis posibles es matemáticamente imposible, incluso presuntuoso porque nuestra enumeración de todas las posibles relaciones de valor causal no puede escapar al sesgo intrínseco y la expectativa. La ómica y la biología de sistemas revelarán nuevas vías para dilucidar la etiología y, por lo tanto, nuevas vías para un tratamiento novedoso.

Referencia:

1.Joe Leigh Simpson
Departamento de Obstetricia y Ginecología Departamento de Genética Molecular y Humana Herbert Wert.

“Enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) y embarazo: lo que los obstetras deben saber”.

Resumen y traducción del artículo “Enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) y embarazo: lo que los obstetras deben saber”.

Autor: Sonja A. Rasmussen, MD, MS, John C. Smulian, MD, MPH, John A. Lednicky, PhD, Tony S. Wen, MD, Denise J. Jamieson, MD, MPH
American Journal of Obstetrics and Gynecology
18 de febrero de 2020

Resumen, Traducción y aclaraciones hechas 
por Jaime Barrios Nassi MD ESP. en Ginecoobstetricia y Gerencia en Salud de la Universidad de Cartagena, y Epidemiología de la universidad Juan N. Corpas.


Este es un artículo está pendiente de edición por parte de la revista “American Journal of Obstetrics and Gynecology”

Términos a conocer 

2019-nCoV: coronavirus novel de 2019 (nombre anterior para COVID-19 y SARS-CoV-2) 

Número de reproducción básica: estimación del número de individuos que se infectarán de una sola persona en una población donde todos los individuos son susceptibles 

CDC: EE. UU. Centros de Control y Prevención de Enfermedades

COVID-19: enfermedad por coronavirus 2019 (anteriormente llamada coronavirus novel 2019 (2019- CoV) - enfermedad causada por SARS-CoV-2

MERS: síndrome respiratorio del Medio Oriente

MERS-CoV: síndrome respiratorio de Medio Oriente por coronavirus  - virus que causa el síndrome respiratorio de Medio Oriente (MERS)

Respirador N95: dispositivo de protección respiratoria que elimina al menos el 95 por ciento de las partículas de prueba muy pequeñas (0.3 micras), también llamado respirador de máscara filtrante N95

SARS: síndrome respiratorio agudo severo

SARS-CoV: coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo - virus que causó el síndrome respiratorio agudo severo (SARS)

SARS-CoV-2: virus coronavirus-2 del síndrome respiratorio agudo severo (nombre actual del nuevo coronavirus, según el Comité Internacional de Taxonomía de Virus) - virus que causa COVID-19

OMS - Organización Mundial de la Salud


 Resumen

La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) es una enfermedad emergente con un rápido aumento en
casos y muertes desde su primera identificación en Wuhan, China, en diciembre de 2019. 

Hay pocos datos disponibles sobre COVID-19 durante el embarazo; sin embargo existe información sobre otras enfermedades asociadas con otros coronavirus altamente patógenos (es decir, síndrome respiratorio agudo severo (SARS, Mortalidad 10 %) y síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS -Mortalidad 7 %) podría proporcionar información sobre los efectos de COVID-19 (Mortalidad 2.9 % en la población general).

El comportamiento de COVID-19 varía desde síntomas leves en un 80%, 17 % enfermedad severa y un 3 % de mortalidad.

En el embarazo los coronavirus causan enfermedades que varían en severidad desde el resfriado común hasta severas enfermedades respiratorias y muerte. 

Actualmente los principales factores de riesgo para el COVID-19 incluyen viajes desde China continental (especialmente la provincia de Hubei) o contacto cercano con personas infectadas dentro de los 14 días posteriores a los síntomas.

Los datos sugieren un período de incubación de aproximadamente 5  días (rango de 2-14 días). La edad promedio de los pacientes hospitalizados ha sido de 49 a 56 años, con un 45% mayores y con una enfermedad subyacente. Los niños rara vez han sido reportados. En el sexo masculino es más frecuente.

Las manifestaciones más frecuentes incluyen fiebre, tos, mialgia, dolor de cabeza y diarrea. Las pruebas anormales incluyen anomalías en las imágenes radiográficas de tórax, linfopenia, leucopenia y trombocitopenia. 

Los informes iniciales informan que el síndrome de Distrés Respiratorio (SDRA) se desarrolla en el 17-29% de los pacientes hospitalizados. La Tasa global de letalidad parece ser aproximadamente 1%; sin embargo, los datos iniciales pueden sobreestimar esta tasa. 

En dos informes que describen 18 embarazos con COVID-19, todos fueron infectados en el tercer trimestre y los hallazgos clínicos fueron
similares a las no embarazadas. El sufrimiento fetal y el parto prematuro se presentaron en algunos
casos, 2 embarazos de los 18 fueron partos por cesárea, y la prueba de SARS-CoV-2 fue
negativa en todos los bebés.

Los datos sobre SARS y MERS en el embarazo son escasos. Para el SARS, la serie más grande de 12
embarazos tuvieron una tasa de letalidad del 25%. Las complicaciones incluyeron SDRA en 4. La coagulopatía intravascular en 3, insuficiencia renal en 3, neumonía bacteriana secundaria en 2, y sepsis en 2 pacientes. La ventilación mecánica fue tres veces más probable en las embarazadas.

Entre las 7 infecciones del primer trimestre, 4 terminaron en aborto espontáneo. 4 de 5 mujeres con SARS después de 24 semanas de gestación parieron prematuros. 

Para el MERS-CoV, hubo 13 casos en embarazadas, de los cuales 2 fueron asintomáticos, identificados como parte de una investigación de contacto; murieron tres pacientes (23%). 2 embarazos terminaron en muerte fetal y 2 nacieron prematuros. 

No hay evidencia de transmisión in utero en el SARS o MERS.

Actualmente, EE. UU. No ha aprobado tratamientos específicos para coronavirus

Debido a que COVID-19 podría aumentar el riesgo de complicaciones durante el embarazo, su manejo debe ser óptimo en un centro de atención médica con atención materna y fetal.

Monitoreo

Los principios de manejo de COVID-19 en el embarazo incluyen aislamiento temprano,
procedimientos agresivos de control de infecciones, oxigenoterapia, evitación de sobrecarga de líquidos, antibióticos de forma empírica (evitar el riesgo de infección bacteriana), SARS-CoV-2 y pruebas de coinfección, evaluación fetal y monitorización de la contracción uterina, ventilación mecánica temprana para la falla respiración progresiva, planificación del parto en forma individualizada y un enfoque basado en equipo con múltiples especialidades.

Dónde consultar

La información sobre el COVID-19 está aumentando rápidamente. Los clínicos deben continuar siguiendo
el sitio web de los CDC para mantenerse actualizado con la información más reciente.
https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-nCoV/hcp/index.html

Se ha demostrado que las infecciones emergentes tienen un impacto importante en las mujeres embarazadas y sus fetos, con mayor riesgo de complicaciones en embarazadas en el 2009 con el virus de la influenza pandémica H1N1
y los graves efectos fetales del virus Zika como ejemplos recientes.

La aparición de un coronavirus no visto previamente en humanos, reportado por primera vez en Wuhan, China, el 31 de diciembre de 2019, ha atraído mucho interés en todo el mundo. Desde entonces, el número
de los casos reportados han aumentado rápidamente, con más de 51,800 casos confirmados por laboratorio y 1,600 muertes al 16 de febrero de 2020. 

Además de China, los casos se han extendido a otros 25 países incluyendo 15 casos en los Estados Unidos, mostrando un crecimiento casi exponencial de los casos reportados.

Los números reportados son probablemente subestimados de los números reales ya que los casos más leves tienen menos probabilidades de ser reportados. 

El 30 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró el brote como una emergencia de salud pública internacional; el 31 de enero de 2020, los Estados Unidos declararon una emergencia de salud pública, y el (CDC) emitieron una cuarentena federal para 195 estadounidenses que viajaron desde Wuhan, China, su primera cuarentena federal en más de 50 años.

El 11 de febrero, la nueva enfermedad por coronavirus (anteriormente conocida como nuevo coronavirus 2019
(2019-nCoV)) recibió un nombre oficial de la Organización Mundial de la Salud (OMS),

Enfermedad por coronavirus 19 

El virus SARS-CoV-2 o COVID-19 es un coronavirus de ARN monocatenarios(una sola cadena), virus encapsulado, que produce enfermedades que varían en gravedad desde el resfriado común hasta enfermedades graves y fatales. 

El término coronavirus deriva de la forma de corona de las partículas del virus.En las últimas dos décadas, otros dos coronavirus que causan enfermedades respiratorias graves en humanos han surgido: coronavirus agudo severo del síndrome respiratorio (SARS-CoV) y el síndrome respiratorio coronavirus del Medio Oriente (MERS-CoV). Con la aparición del SARS-CoV-2 se han identificado 120 coronavirus que pueden causar enfermedades respiratorias graves. 

En un corto período de veces, este nuevo coronavirus ha causado más casos de enfermedad de los que se informaron para MERS y SARS combinados. Aquí resumimos lo que se sabe actualmente sobre COVID-19 y lo que sirve para la práctica de obstetras y sus pacientes embarazadas. 

Se sabe poco actualmente sobre COVID-19 en el embarazo, por lo que se revisó la información disponible sobre los efectos del SARS y el MERS

EL SARS Y EL EMBARAZO

El síndrome respiratorio agudo severo (SARS) es causado por el coronavirus SARS (SARS-CoV). Los informes de la aparición de SARS-CoV aparecieron en febrero de 2003, con el primer caso observados en la provincia de Guangdong en China. El virus se propagó a casi 30 países en todo el mundo, lo que resultó en más de 8000 casos y 770 muertes. Se colocó bajo control después de las medidas de control de salud pública para reducir el contacto con infectados y no se han visto casos desde 2004. 

Las Manifestaciones de SARS consisten en fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, malestar general y mialgia. Se observó diarrea en algunos pacientes. La neumonía casi siempre se observó en pacientes diagnosticados con SARS, con requerimiento de ventilación en el 10-20% de los casos. La tasa de letalidad se estimó en 9-10% 

Se cree que el reservorio natural del SARS-CoV son los murciélagos; o tal vez los civetas (tipo de felinos) o el mapache japonés,  como posibles fuentes de estas enfermedades.

El SARS es transmitido por contacto cercano de persona a persona a través del contacto de las membranas mucosas del tracto respiratorio con gotitas respiratorias formadas cuando una persona infectada tose o estornuda. También se ha informado transmisión fecal-oral y transmisión por fómites.

La Propagación en el aire debido a la inhalación de partículas pequeñas también puede ser posible. 

La Transmisión al personal sanitario se dio con frecuencia durante el brote de 2003, con superdifusión (cuando un solo pacientes transmiten la infección a un número desproporcionado de contactos).

El período de incubación tuvo una media de 4,6 días, con un rango de 2-14 días. La transmisión ocurre con mayor frecuencia durante la segunda semana de enfermedad cuando la excreción viral es más alta; no hay evidencia de que una persona con SARS es contagiosa antes del inicio de los síntomas.

Los resultados del embarazo variaron según el trimestre de presentación, en el primer trimestre, hubo abortos espontáneos, interrupciones del embarazo y bebés sanos a término. Despues de las 24 semanas de gestación, varias dieron a luz prematuramente, varias cesárea debido al deterioro de las pacientes.

En el grupo de Hong Kong la tasa de letalidad fue del 25%. Los hallazgos clínicos y de laboratorio fueron similares a los observados en las no embarazadas. Se observó neumonía en la radiografía de tórax o TC en todos los pacientes. 

Las complicaciones incluyeron el síndrome de dificultad respiratoria del adulto, coagulación intravascular diseminada, insuficiencia renal, neumonía bacteriana secundaria y sepsis.

Embarazadas en el tercer trimestre presentaron bebés con pesos al nacimiento adecuados, también se presentaron neonatos con síndrome de dificultad respiratoria que requería surfactante (28 semanas de gestación), y con displasia broncopulmonar. También 
complicaciones gastrointestinales, incluida perforación yeyunal (26 semanas) y enterocolitis necrotizante con perforación ileal (28 sem.). No se pudo inferir si estas complicaciones gastrointestinales estaban relacionadas con complicaciones del SARS o su tratamiento o si fueron secundarias al parto prematuro y la restricción del crecimiento intrauterino. 

En conclusión el embarazo parece no tener efecto sobre los síntomas clínicos o el tiempo de presentación después del inicio de los síntomas. Sin embargo, las complicaciones y los resultados adversos fueron más frecuentes en embarazadas: tuvieron una estadía hospitalaria más larga, más propensas a desarrollar insuficiencia renal, sepsis y CID, y ha ingresar a UCI. 40% requirieron ventilación mecánica, en comparación con el 13% de pacientes no embarazadas (p = 0,07). Las mujeres embarazadas también fueron significativamente más propensos a morir (p = 0.01).

En los informes adicionales de otros países también el comportamiento fue similar, sin transmisión del virus tipo vertical.

Los hospitales en Toronto y Hong Kong instituyeron medidas en los servicios de obstetricia para disminuir la transmisión a mujeres embarazadas, sus familias,
y demás trabajadores de la salud.

Los visitantes fueron examinados para detectar síntomas en la entrada del hospital y usaron respiradores filtro N95. 

Se limitó a un acompañante por paciente en trabajo de parto y parto, sin visitas permitidas en el posparto. Las estancias posparto se redujeron en duración con una visita domiciliaria de enfermería posparto añadida.

Se pidió a las puerperas que siguieran una cuarentena domiciliaria de 10 días. Los trabajadores de la salud fueron pidieron observar una cuarentena laboral en la que se les pidió que fueran directamente de su casa al trabajo y viceversa para minimizar la interacción en la comunidad. Servicios obstétricos considerados como
no esenciales como la ecografía de rutina y el diagnóstico prenatal se suspendieron. 

Aunque no se evaluó el impacto de estas intervenciones, puede ser de beneficio para ayudar al manejo COVID-19.

El MERS y sus efectos en mujeres embarazadas

El Síndrome Respiratorio del Medio Oriente (MERS) es una enfermedad respiratoria causada por MERS-
CoV. La enfermedad se identificó por primera vez en Arabia Saudita en 2012, con propagación a otros países de la península arábiga y, finalmente, a países fuera de la península arábiga, incluido Estados Unidos.

El brote más grande fuera de la Península Arábiga fue en la República de Corea en 2015. Casi 2.500 casos de enfermedad MERS-CoV y más de 860 muertes. 

Las manifestaciones de MERS incluye enfermedad respiratoria grave caracterizada por fiebre, tos y dificultad para respirar. Algunos pacientes diarrea. 

La tasa de letalidad se estimo en 35-40 %. Sobre todo en ancianos de sexo masculino y con una enfermedad subyacente.

Un grupo de pacientes con infección por MERS-CoV son asintomáticos (identificados por pruebas de contactos). El período de incubación promedio es de 5.2 días, con un rango de 2-13 días. Al igual que con SARS, MERS se transmite principalmente de persona a persona a través del contacto cercano, con transmisión de secreciones. 

Desde el 2016, el número de casos se ha reducido drásticamente, los casos en embarazadas han aportado la siguiente información:

La manifestación y el comportamiento de ingreso a Uci fue similar a los demás pacientes .
Los bebés nacieron sanos, sobre todo las de madres asintomáticas, por lo que se intuye que no hay transmisión vertical.
Hubo muertes intrauterinas fetales a las embarazadas con compromiso vital.


ENFERMEDAD POR CORONAVIRUS 2019 (COVID-19)

Características clínicas, epidemiológicas y virales

La enfermedad respiratoria causada por el nuevo coronavirus (ahora conocido como SARS-CoV-2)
se observó por primera vez en diciembre de 2019 en Wuhan, provincia de Hubei, China. La OMS fue notificada de un brote de neumonía de etiología desconocida el 31 de diciembre de 2019. 

Entre el 31 de diciembre de 2019 y el 3 de enero de 2020, se informaron 44 casos a la OMS. 

El 7 de enero de 2020, las autoridades chinas identificaron un nuevo coronavirus como la causa.
El virus se ha propagado rápidamente primero a través de Wuhan y luego a otras áreas de China y otros
países en el mundo. Los primeros datos sugirieron una asociación con los mercados de pescados, provocando el cierre de este.


El SARS-CoV-2 es un betacoronavirus similar al SARS-CoV y MERS-CoV .Los datos de secuenciación muestran que el SARS-CoV-2 está estrechamente relacionado con los coronavirus encontrados en los murciélagos, con más del 85% de identidad de nucleótidos con un CoV similar a SARS de murciélago.

El virus tiene 79% de compatibilidad de nucleótidos con el SARS-CoV y aproximadamente 50% para MERS-CoV.

La aparición de estos virus en humanos se atribuyó a la traspaso de un huésped: el virus "saltó" de una especie huésped intermediario (p. Ej.,gatos de civeta para SARS-CoV y camellos de dromedario para MERS-CoV) a humanos.

Las manifestaciones clínicas de COVID-19 son similares a las de SARS y MERS.  Los estudios de pacientes hospitalizados con COVID-19 muestran que se desarrollan neumonía grave con 23-32% de ingresos a UCI y de estos 17-29% murieron.

Entre los pacientes hospitalizados, del 4 al 15% murieron (incluidos asintomáticos y sintomáticos). La edad promedio de los pacientes hospitalizados fue 49-56 años, con 32-51% con una enfermedad subyacente. La mayoría (54-73%) pacientes eran hombres. 

Niños con COVID-19 son raramente identificados, con escasa cantidad de  niños(<1% del total), y la mayoría de los identificados tenían síntomas leves.

Las Manifestaciones comunes entre hospitalizados.
fueron fiebre (83-100%), tos (59-82%), mialgia (11-35%), dolor de cabeza (7-8%) y
269 ​​diarrea (2-10%). Todos los pacientes tenían anormalidades en la imagen radiográfica del tórax.

Se cree que la transmisión de persona a persona del SARS-CoV-2 es similar a la transmisión de la influenza y otros patógenos respiratorios; Las gotas respiratorias se producen cuando los infectados tosen o estornudan y estas gotas son inhaladas por contactos cercanos.

No está claro si la infección puede transmitirse por fómites. La transmisión fecal-oral puede ser posible, dado que el SARS-CoV-2 ha sido identificado en muestras de heces.

El número de reproducción básico, R0 (el número promedio de las personas que se infectaran de una sola persona infectada) se ve afectada por factores como la duración de la infección, la transmisibilidad del patógeno y el número de contactos susceptibles. 

El Sarampión, que es altamente infeccioso, tiene un R0 de 12-18, mientras que la gripe H1N1 2009 y el SARS tienen un R0 de 1.2-1.6 y 2-5, respectivamente.

Para el SARS-CoV-2 el R0 es de 2.2 (IC 95%, 1.4 a
3.9). Al igual que con el SARS y el MERS, la transmisión nosocomial desempeña un papel clave en la transmisión al 29% de los profesionales de la salud afectados y el 12% de las mujeres embarazadas

En medio de un brote en rápida evolución que podría tener efectos significativos en nuestra infraestructura médica y de salud pública, deben incluirse las embarazadas en los planes de preparación y respuesta. 

En brotes anteriores, los médicos a veces han sido reacios a tratar o vacunar a mujeres embarazadas debido a preocupaciones por la seguridad fetal.

Es prioritario que a las embarazadas no se le nieguen intervenciones potencialmente salvadoras en el contexto de una paciente grave a menos que haya una razón convincente para excluirla. Como con todo las decisiones sobre el tratamiento durante el embarazo, sopesando cuidadosamente los beneficios y daños.

En el sistema de vigilancia para los casos de COVID-19 establecido, es esencial que la información sobre el estado del embarazo, como los resultados maternos y fetales, se recopilen y se informarán. 

La Susceptibilidad y gravedad de COVID-19 en el embarazo

Aunque los datos son limitados, no hay evidencia de otras infecciones graves por coronavirus (SARS y MERS) que las mujeres embarazadas son más susceptibles a la infección por coronavirus. Así
Hasta ahora, en este brote de nueva infección por coronavirus, más hombres han sido afectados que mujeres.

Los síntomas más comunes de COVID-19 son fiebre y tos, (80%). En un primer reporte de embarazadas en el tercer trimestre la presentación clínica fue similar a la observada a los adultos, con fiebre, tos, mialgias, y dolor de garganta y malestar general. También linfopenia en algunas  y neumonía en todas, sin necesidad de ventilación mecánica, y ninguna mortalidad. Todas las mujeres tuvieron un parto por cesárea, y el Apgar de 8-9 a 1 minuto y 9-10 a 5 minutos. 

En una segunda serie de 9 embarazos con
10 bebés (un grupo de gemelos) informados por Zhu et al., los síntomas aparecieron antes del parto (1-6
días) en 4, el día del parto en 2, y después del parto (1-3 días) en 3 casos. La presentación clínica  fue similar a la observada en pacientes no embarazadas, sufrimiento fetal en 6, 7 fueron partos por cesárea y 6 bebés nacieron prematuros. Estos informes son limitados.

Guía de viaje para embarazadas

Se han instituido recomendaciones de viaje para limitar la exposición de personas en los Estados Unidos. Todas las personas, incluidas las mujeres embarazadas, no deben viajar a China. 

Los médicos deben obtener un historial de viaje detallado para todos los pacientes y deben
pregunta específicamente sobre viajes en los últimos 14 días a áreas que han experimentado una transmisión generalizada de SARS-CoV-2. 

Actualmente esto se limita a China, pero esta situación está evolucionando rápidamente y obstetras deben estar alertas a la situación global consultando el sitio web de los CDC y siguientes cobertura mediática.

Vacunación en el embarazo.

Actualmente no existe una vacuna para prevenir COVID-19. Desde la publicación de un SARS-CoV-2
secuencia genética de virus en línea el 10 de enero de 2020, múltiples organizaciones, incluida el Instituto Nacional de Salud, han estado trabajando para desarrollar rápidamente una vacuna COVID-19.

El desarrollo de esta vacuna se basa y se beneficia del trabajo en las vacunas SARS y MERS. Sin embargo, no se sabe qué tan rápido puede estar fácilmente disponible una vacuna segura y efectiva.

Medidas de control de infecciones y pruebas de diagnóstico.

Todos los pacientes, incluidas las mujeres embarazadas, deben ser evaluados por fiebre y signos y síntomas de una infección respiratoria. Idealmente, los procedimientos de detección deben ser pre hospitalarios. Por ejemplo, al programar citas, pacientes se debe ser instruido que hacer si tienen síntomas respiratorios el día de su cita, asesorarse por teléfono. Aquellos pacientes con síntomas respiratorios deben ser separados de otros pacientes en espera y se les debe colocar una mascarilla. 

Las Pacientes que cumplen con los criterios para un paciente bajo investigación es la que presenta sintomatología respiratoria y ha estado en contacto con personas infectadas, debe colocarse inmediatamente en una sala de aislamiento de infección (salas de un solo paciente a presión negativa). Una vez en aislamiento, se puede quitar la máscara facial del paciente. El personal de atención médica debe cumplir precauciones estándar, de contacto y prevención respiratoria, notificando a las autoridades sanitarias.

Tomar las muestras respiratorias superiores e inferiores y serología, también se pueden enviar otras muestras [heces y orina].

Manejo de COVID-19 en el embarazo

El primero es el Aislamiento, procedimientos agresivos de control de infecciones, pruebas de SARS-CoV-2 y coinfección,oxigenoterapia según sea necesario, evitar la sobrecarga de líquidos, antibióticos empíricos (debido al riesgo de infección bacteriana secundaria), monitoreo de la actividad fetal y uterina, ventilación mecánica temprana para insuficiencia respiratoria progresiva, planificación individualizada del parto y un enfoque basado en el equipo con consultas de especialidades múltiples (recuadro 2). 

Se recomienda la gestión en equipo para
embarazos en un centro de atención médica y trato deben óptimo con Capacidad para proporcionar vigilancia para la detección temprana de un deterioro Materno como fetal.

Los cambios en el patrón de frecuencia cardíaca fetal pueden ser un indicador temprano de deterioro de la función  respiratoria.

En mujeres embarazadas, y en los casos más severos, la ventilación mecánica podría no ser suficiente para apoyar la oxigenación adecuada. Si eso ocurre, la literatura limitada sugiere un papel potencial de la oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) en el embarazo; el uso solo debe considerarse en centros que tienen experiencia con esta técnica.

Las decisiones relacionadas con el parto deben considerar la edad gestacional del feto y debe hacerse junto con el neonatólogo.

Actualmente no hay medicamentos antivirales aprobados por los alimentos y medicamentos. Aunque se usan antivirales de amplio espectro en animales se están evaluando modelos de MERS para determinar su actividad contra el SARS-CoV-2.

Los Corticosteroides para el tratamiento de la neumonía asociada a coronavirus debe evitarse a menos que se indiquen otras indicaciones.

El seguimiento de las pacientes debe realizarse en consulta con especialistas en enfermedades infecciosas y materno-fetales. Toda la orientación debe considerarse sujeta a revisión como datos adicionales sobre embarazadas con COVID-19 están disponibles.

Aunque la experiencia limitada y no se ha identificado casos de transmisión materno-fetal, han aparecido informes en los medios de un bebé de 30 horas de nacido que fue diagnosticado con COVID-19, lo que sugiere la posibilidad de transmisión in utero.

Series de infectadas en el tercer trimestre del embarazo no identificó evidencia de laboratorio de transmisión vertical. 

Dada la falta actual de información, parece razonable suponer que los recién nacidos de una madre con COVID-19 en el momento del parto podrían infectarse, ya sea en el útero o perinatalmente, y por lo tanto debe ser aislado para evitar la transmisión a otros bebés.

La separación temporal de una madre enferma y su bebé, como se recomendó durante la pandemia de H1N1,51, parece prudente.

Se desconoce si COVID-19 puede transmitirse a través de la leche materna. Somos conscientes de un solo informe de la prueba de SARS-CoV de la leche materna en una madre que se había recuperado del SARS y no se detectaron ARN virales; sin embargo, la muestra se recolectó aproximadamente 130 días después del inicio de la enfermedad.

Hasta que haya datos adicionales disponibles, las madres que tienen la intención de amamantar
y están lo suficientemente bien como para extraer la leche materna, debería alentarse a hacerlo;y dárselos al bebé. La lactancia materna puede ser recomendada después de que ella ya no se considera infecciosa. No hay datos disponibles para guiar el tiempo de
separación y deberá decidirse caso por caso después de la discusión entre la infectólogos y neonatólogos.

Conclusiones

El brote de COVID-19 está aumentando rápidamente en número de casos, muertes y países.

Se desconoce mucho sobre el virus y sus efectos, incluidos sus modos de transmisión, El número reproductivo básico (R0), los factores de riesgo de enfermedad y la tasa de letalidad. 

Aunque los casos están principales entre en China, muy probablemente existirá una propagación global del virus. 

En la actualidad, se dispone de datos limitados sobre mujeres embarazadas con COVID-19 en las cuales basarse, sin embargo tenemos el antecedente de otras infecciones por coronavirus que impactaron severamente a las embarazadas.

Los sistemas de vigilancia para casos de COVID-19 deben incluir información sobre el embarazo, así como los resultados maternos y fetales. 

Es importante estar atento a la propagación de la enfermedad y poder proporcionar una implementación rápida del control y manejo de brotes una vez que el virus llega a una comunidad. 

Atentos a Intervenciones para manejar cualquier infección respiratoria severa, sobre todo si está embarazada con COVID-19 e implementar inmediatamente un modelo de atención basado en equipos de atención.
            
https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-nCoV/hcp/clinical-criteria.html#foot1