Resumen del Consenso sobre tratamiento con testosterona en mujeres
por Jaime Barrios Nassi
Consenso publicado en “The Journal of Clinical Endocrinology &
Metabolism, jc.2019-01603, https://doi.org/10.1210/jc.2019-01603”.
Con el nombre de :
Global Consensus Position Statement on the Use of Testosterone Therapy for
Women, Autores: Susan R Davis, Rodney Baber, Nicholas Panay, Johannes Bitzer,
Sonia Cerdas Perez, et al.
La Endocrine Society y otras 10 sociedades médicas de prestigio internacional han emitido la primera declaración de posición global sobre el uso de testosterona en el tratamiento de las mujeres. La declaración fue publicada en cuatro revistas médicas internacionales líderes y ha sido autor de un equipo diverso de expertos líderes en todo el mundo.
Listado de sociedades que apoyan el consenso:
1.
The International Menopause Society
2.
The Royal Australian and New Zealand College of
Obstetricians and Gynaecologists
3.
The International Society for Sexual Medicine
4.
La Federacion Latinoamericana de Sociedades de
Climaterio y Menopausia
5.
The American College of Obstetricians and
Gynecologists
6.
The North American Menopause Society
7.
The European Menopause and Andropause Society
8.
The International Society for the Study of
Women’s Sexual Health
9.
The Royal College of Obstetricians and
Gynaecologists
10.
The Endocrine Society
(J Clin Endocrinol
Metab 104: 4660–4666, 2019)
Este consenso se produce como
consecuencia del debate actual sobre la terapia de testosterona para mujeres, por
primera vez, unificando criterios y percepciones de los miembros de las sociedades
médicas científicas sobre el uso de la testosterona en mujeres.
"Esta declaración de
posición tiene consecuencias globales de largo alcance. Asegura que un ensayo
de terapia con testosterona es apropiado para Disfunción del Deseo Sexual
Hipoactivo (HSDD), y enfatiza que la evidencia disponible no respalda el
uso de testosterona para cualquier otro síntoma o afección médica ", dijo
la coautora Susan Ruth Davis, FRACP, Ph.D., MBBS, de la Universidad de Monash
en Melbourne, Australia.
"También manifiesta que cuando se administra
testosterona, los niveles resultantes no deben ser superiores a los observados
en mujeres premenopáusicas”
Llegaron a la conclusión de que
la testosterona puede ser efectiva para mejorar el bienestar sexual de las
mujeres posmenopáusicas solo con HSDD. Los beneficios reconocidos incluyeron un
mejor deseo sexual, excitación, orgasmo y placer, junto con una menor preocupación
y angustia por el sexo.
Se cree que el HSDD afecta a
alrededor del 32 % de las mujeres en la mediana edad; y, aunque es común que
las mujeres pierdan interés en el sexo en el momento de la menopausia y
después, el uso de testosterona como tratamiento ofrece a las mujeres un
enfoque que puede mejorar significativamente su bienestar sexual y emocional
relacionado.
El panel internacional hace un
llamado a la industria, los investigadores y las organizaciones de financiación
para que reconozcan la necesidad de realizar más investigaciones sobre la
terapia de testosterona para mujeres de todas las edades y el desarrollo y
licencia de productos formulados específicamente para mujeres.
La declaración fue desarrollada por una fuerza de trabajo multinacional
y multidisciplinaria, cuyos miembros eran delegados de las principales
sociedades médicas, y fue revisada por pares por comités de expertos de
sociedades de todo el mundo.
RESUMEN Y MENSAJES CLAVE
El panel internacional concluyó
que la única indicación basada en evidencia para la terapia de testosterona
para mujeres es para el tratamiento de HSDD, con un efecto terapéutico
moderado.
Hay datos insuficientes para respaldar el uso
de testosterona para el tratamiento de cualquier otro síntoma o afección
clínica, o para la prevención de enfermedades.
Los metaanálisis de los datos
disponibles no muestran eventos adversos graves a corto plazo durante el uso
fisiológico de testosterona, con la advertencia de que las mujeres con alto
riesgo cardio metabólico y otras enfermedades se excluyeron de las poblaciones
de estudio.
No se ha establecido la seguridad
de la terapia de testosterona a largo plazo.
Se consideró de suma importancia
que el diagnóstico de HSDD implique una evaluación clínica completa y que otros
factores que contribuyen a la FSD deben identificarse y abordarse antes de
iniciar la terapia de testosterona.
Un nivel de testosterona total en
sangre bajo no es diagnóstico de HSDD. Pero en toda paciente con tratamiento
debe evaluarse los niveles con la testosterona total.
El tratamiento solo debe ser con
formulaciones que logren concentraciones sanguíneas de testosterona que se
aproximen a las concentraciones fisiológicas premenopáusicas.
Debido a que ningún producto
femenino aprobado está aprobado actualmente por un organismo regulador
nacional, las formulaciones masculinas se pueden usar juiciosamente en dosis
femeninas y las concentraciones de testosterona en sangre se deben monitorear regularmente.
El panel recomendó el uso de
testosterona compuesta.
El panel destacó la necesidad
apremiante de más investigación sobre la terapia de testosterona para las
mujeres y el desarrollo y licencia de productos indicados específicamente para
las mujeres.
No hay indicaciones claras para
la terapia con testosterona. Los médicos han tratado a las mujeres con
testosterona durante décadas, con la intención de aliviar una variedad de
síntomas, con riesgos y beneficios inciertos. La terapia de testosterona se
prescribe fuera de las normas, usando formulaciones aprobadas para hombres con disminución
de dosis o terapias compuestas. Haciendo necesario investigaciones que aclaren
estos inconvenientes.
El objetivo es hacer una guía
clara sobre qué mujeres podrían beneficiarse de la terapia con testosterona, e
identificar cualquier práctica de prescripción que tenga el potencial para
causar daño.
El Método que se escogió fue
crear un grupo de trabajo de expertos y una revisión sistemática y metaanálisis.
SI QUIERES PROFUNDIZAR MAS:
RECOMENDACIONES
I. Medición de testosterona,
disfunción sexual femenina y niveles de andrógenos endógenos
1. Recomendaciones
relativas a la medición de testosterona circulante en mujeres: Las
concentraciones de testosterona disminuyen fisiológicamente con la edad y se
mantienen estables por encima de los 65 años (Nivel IIB). La testosterona total se puede medir con alta
precisión con técnicas de laboratorio especificas (Grado B). pero las pruebas directas
para la medición de testosterona total y libre son poco confiables en el rango
femenino (Grado A).
Pero a pesar de esto la medición
de testosterona mediante pruebas directas en la práctica clínica es apropiada,
si no está disponible las pruebas específicas. (Opinión de expertos). La
medición de testosterona total es mejor que la libre (Opinión de expertos).
2. Recomendaciones
para la terminología disfunción sexual femenina: La disfunción del deseo sexual
hipoactivo (DDSH) y el trastorno de la excitación sexual femenina (TESF) deben
clasificarse por separado par lo referente al uso de (Grado B).
El diagnóstico de DDSH debe
basarse en una evaluación clínica de criterios diagnósticos disponibles, como
ISSWSH, CIE 11 (Opinión de expertos).
3. concentraciones
de andrógenos endógenos y la función sexual femenina: Las asociaciones entre
las concentraciones de andrógenos endógenos, fisiología y función sexual en mujeres siguen siendo incierta (Insuficiente).
No se puede usar un nivel de andrógenos para diagnóstico de disfunción sexual
(Grado C).
II. Recomendaciones a terapia con
testosterona a mujeres
1. No
hay datos suficientes para recomendar el uso de testosterona (Insuficiente) en postmenopáusicas
con DDSH, con / o sin terapia con estrógenos concurrentes, a pesar de que la terapia
con testosterona, en dosis que se aproximan a las concentraciones fisiológicas premenopáusicas,
ejerce un efecto beneficioso sobre la función sexual, incluyendo aumentos, por
encima de los efectos de la terapia con placebo, de un promedio de un evento
sexual satisfactorio por mes y aumentos en los subdominios de deseo sexual,
excitación, función orgásmica, placer y capacidad de respuesta sexual, junto
con una reducción de las preocupaciones sexuales, incluida la angustia sexual
(Nivel I, Grado A). Este manejo no puede generalizarse a otros subtipos de DSF
o mujeres sin disfunción sexual (Opinión de expertos), ni a formulaciones que
provoquen concentraciones sanguíneas supra fisiológicas de testosterona o preparaciones
compuestas (magistrales). (Opinión de expertos).
2. En
mujeres postmenopáusicas no hay pruebas que mejore el rendimiento cognitivo, o el
retraso en el deterioro cognitivo (Insuficiente). No mejoran el bienestar general
(Nivel I, Grado A). En las premenopáusicas la testosterona puede mejorar el
bienestar, pero los datos no son concluyentes (Nivel 1, Grado B). No se ha
demostrado un efecto sobre la depresión (Nivel I, Grado B).
3. Estudios
no avalan efectos musculoesqueléticos, no respaldan un efecto sobre la densidad
mineral ósea (Nivel I, Grado A), ni en la masa corporal magra, la grasa
corporal total o la fuerza muscular (Nivel I, Grado A).
4. La
terapia para mujeres postmenopáusicas se asocia con incremento leve de acné y
el crecimiento del vello facial/corporal, pero no con alopecia, clitoromegalia
o cambio de voz (Nivel I, Grado A).
5. La
terapia oral se asocia con perfiles lipídicos adversos con efectos negativos
sobre los niveles de colesterol HDL y colesterol LDL, y no se recomienda en
prevención cardiovascular (Nivel I, Grado A). Estudios de terapias no orales
con testosterona en dosis que se aproximan a las concentraciones fisiológicas
de testosterona para mujeres premenopáusicas, no han mostrado a corto plazo
efectos adversos significativos en los perfiles de lípidos (Nivel I, Grado A). La
terapia con testosterona no se ha asociado con aumentos en la presión arterial,
o niveles sanguíneos de glucosa o de HbA1c (Nivel I, Grado A).
Se ha
observado una tendencia a un mayor riesgo de trombosis venosa profunda (TVP)
con la terapia con testosterona, sin embargo, no se puede excluir el rol de la terapia
concurrente con estrógenos sobre el posible riesgo de TVP (Nivel I, Grado A).
No hay
estudios con población de alto riesgo de enfermedad cardio metabólica.
6. La
terapia no aumenta la densidad mamográfica de los senos (Nivel I, Grado A), ni
a corto plazo con testosterona transdérmica afecta el riesgo de cáncer de seno
(Nivel I, Grado A). Estudios insuficientes para evaluar el riesgo de cáncer de mama
a largo plazo (datos insuficientes).
Las mujeres con cáncer de mama
fueron excluidas de los estudios con esta terapia. Se recomienda precaución
para el uso de testosterona en mujeres con cáncer de mama sensible a las
hormonas (Opinión experta).
7. La
terapia con testosterona para mujeres posmenopáusicas, en dosis que se
aproximan a las concentraciones fisiológicas de testosterona para mujeres
premenopáusicas de bajo riesgo cardio metabólico, no está asociada a eventos
adversos graves hasta 24 meses post tratamiento (Nivel I, Grado A).
III. Atención clínica de mujeres postmenopáusicas.
1. La
DSF, que incluye DDSH, TESF y el trastorno/disfunción orgásmica, tiene
múltiples etiologías, incluidos factores biopsicosociales como el desequilibrio
neuroendocrino, enfermedad física, las dificultades interpersonales, la
angustia psicológica y los valores culturales o religiosos sexualmente
represivos (Grado C). Los tratamientos deben seguir este modelo biopsicosocial
e incluir opciones farmacológicas (terapias hormonales y otros agentes
farmacológicos), psicoterapia o tratamientos multimodales que combinen ambos (Grado
B).
Actualmente,
ningún cuestionario cubre todos los dominios de la función sexual femenina, por
lo que se debe utilizar una combinación de diferentes cuestionarios. Los
eventos sexuales satisfactorios ya no deben usarse como una medida de eficacia primaria
en estudios clínicos de mujeres con DSF. Existe la necesidad de un instrumento
para evaluar la función sexual con las siguientes características:
aplicabilidad general; no específico de una enfermedad; alta validez discriminante
entre mujeres diagnosticadas con DSF y mujeres sexualmente funcionales;
validado, como un instrumento para detectar y diagnosticar la DSF y demostrar
una respuesta clínicamente significativa a la intervención.
2. La única indicación basada en la evidencia
para el uso de testosterona en mujeres es para el tratamiento de mujeres
postmenopáusicas que han sido diagnosticadas con DDSH después de una evaluación
biopsicosocial formal (Nivel I, Grado A).
Cuando no está
disponible una apropiada preparación, es razonable la prescripción fuera de
etiqueta de una formulación masculina aprobada, siempre en concentraciones más
bajas manteniendo el rango fisiológico femenino (Opinión de expertos).
La terapia con
testosterona "bioidéntica" no puede ser recomendada para el
tratamiento del DDSH, debido a la falta de evidencia de eficacia y seguridad, a
menos que no se disponga de una preparación equivalente autorizada (Opinión de
expertos).
No se
recomienda el uso que dé como resultado concentraciones supra fisiológicas de
testosterona, incluidos gránulos e inyecciones (Opinión de expertos).
Si se realiza
una prueba de terapia con testosterona para el DDSH, se debe medir una concentración
de testosterona total de referencia antes del comienzo, repitiéndose esta medición
de 3 a 6 semanas después del inicio del tratamiento (Nivel IIA, Grado C).
La respuesta
clínica al tratamiento debe ser monitorizada en los pacientes, evaluando la aparición
de signos de exceso de andrógenos mediante la medición de un nivel sérico de testosterona
total cada 6 meses (Opinión de expertos). Si no se experimenta beneficio alguno
a los 6 meses, se debe suspender el tratamiento (Nivel IB, Grado C).
IV. Recomendaciones sobre otras preparaciones
androgénicas
1. La
dehidroepiandrosterona (DHEA) sistémica no se asocia con una mejora
significativa en la libido o la función sexual en mujeres postmenopáusicas con
función suprarrenal normal y no se puede recomendar para mujeres con DDSH
(Nivel IA, Grado A). No se esta a favor de la indicación de testosteronas bioidénticas
(Opinión de expertos)
El panel internacional concluyó
que la única indicación basada en evidencia para la terapia con testosterona
para mujeres es para el tratamiento de la DDSH, con datos disponibles que
respaldan un efecto terapéutico moderado. No hay datos suficientes para
respaldar el uso de testosterona para el tratamiento de cualquier otro síntoma
o condición clínica, o para la prevención de enfermedades.
Se consideró de suma importancia
que el diagnóstico de la DDSH implica una evaluación clínica completa y que
otros factores que contribuyen a la DSF deben identificarse y abordarse antes
de iniciar la terapia con testosterona.
No debe usarse la medición del
nivel sérico de testosterona total para diagnosticar la DDSH.
El tratamiento solo debe
realizarse con formulaciones que logren concentraciones sanguíneas de
testosterona que se aproximen a las concentraciones fisiológicas premenopáusicas.
Dado que ningún producto femenino
aprobado está aprobado actualmente por un organismo regulador nacional, las
formulaciones masculinas se pueden en dosis femeninas y las concentraciones de
testosterona en sangre se deben controlar regularmente.
El panel destacó la necesidad
apremiante de más investigación sobre la terapia con testosterona para mujeres
y el desarrollo y licencia de productos indicados específicamente para mujeres.
Bibliografía
Global Consensus Position
Statement on the Use of Testosterone Therapy for Women, Autores: Susan R Davis,
Rodney Baber, Nicholas Panay, Johannes Bitzer, Sonia Cerdas Perez, et al. “The
Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, jc.2019-01603, https://doi.org/10.1210/jc.2019-01603”.
https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=94816